El enviado internacional sobre Siria, Kofi Annan, aseguró ante la Asamblea General de Naciones Unidas que es el momento para amenazar con fuertes consecuencias si el gobierno sirio no detiene la violencia contra los civiles.
Diplomáticos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aseguraron que el enviado especial advirtió que la crisis en ese país podría convertirse pronto en una espiral fuera de control.
Esto, dijo, a menos que la comunidad internacional imponga una presión considerable sobre el gobierno de Assad.
Annan expresó su horror por los últimos informes de una matanza en la aldea de Qubeir en la provincia de Hama.
Activistas de la oposición dicen que alrededor de 80 personas -muchos de ellos mujeres y niños- murieron a manos de las fuerzas gubernamentales y milicianos.
Annan reconoció que este nuevo brote de violencia demostró que su plan de paz no estaba funcionando.
Sin embargo, Rusia y China -sus partidarios más importantes- insisten en que se opondrán a cualquier intervención externa en Siria.
7 de junio 2012