Un legado importante de los estudios criminológicos clásicos es que el delito no es un concepto conveniente. Es irregular, es un desvalor, y el delincuente es solo lo que la norma penal dice es un delincuente. Es fundamentalmente esencial que se acepta que el delincuente existe mucho antes de que se produzca la delincuencia, y que la biología afecta el conjunto de opiniones que hoy aspiran a una concepción del hombre delincuente.
Los primeros gérmenes de la biotipología criminal se pueden reconocer en investigaciones precursoras del movimiento antropológico, encabezado por EzechiaMarco Lombroso (de pseudónimo Cesare Lombroso), en 1876, en investigaciones suscitadas con anteriodad a éste, y cuyos resultados contribuyeron a perfeccionar la teoría de un hombre considerado una especie de genero humano”. Fue Franz Exner(1939), muchas décadas después que internacionalizó ideas sobre el campo de estudio con datos biológicos sobre el fenómeno del crimen en la vida del pueblo y del individuo.
El Programa de Marburgo (1882), concebido por Franz Von Liszt, quien postuló una “ciencia jurídica total”, sirvió de asidero para que la criminología se auxiliara con mayor fuerza en la tendencias de la antropología criminal (la psicología, la estadística y la ciencias sociales), y fue la biotipología una de las primeras en responder, al punto que cuando retrospectivamente buscamos los orígenes de la criminalística, la Escuela Austriaca, basada en teorías psiquiátrica y/o psicológica del control interno del criminal. De esa época data el Archivo de Antropología Criminal y Criminalística (hoy Archivo de Criminología), donde el profesor Hans Gross, concibió obras como Psicología Criminal y Manual del Juez, para jueces de Instrucción (1912).
Durante muchos años la célebre teoría criminológica de la degeneración de A. B. Morelque probablemente dijera –según creemos, que existía un tipo perfecto, el primitivo, y los imperfectos, que eran degenerados. Ello dio inicio a la caza de teorías sobre la naturaleza física, moral, intelectual de los criminales. Nombres como Francis Gall, en su Les fontcions du cervaue; Paul Broca y Thomson, puclicaron el en el Journal of Mental Science; Prichard, en Moral Insanity; y finalmente las ideas de Lombroso, conocida por primera vez en su Uomodelinquente (1875), que resumen la teoría de que el delincuente ciertamente es un degenerado, un sub-normal biológico, y por lo tanto, un tipo humano, llamado el delincuente nato, o atávico.
Pero el legado científico de Morel es que ese criminal constituye una determinada forma de degeneración hereditaria (incluso en su familia) (sic).
Así surgieron los primeros estudios de las familias criminales, dando oportunidad a que la genealogía criminal, encuentre concordancias notables, y demuestre por qué existen familias célebres cuyos componentes son criminales. Y así surgió, también, la estadística familiar, para disponer de padrones y buscar datos más directos con fines de comparación o control de ciertos ofensores. Los estudios en gemelos tuvieron gran desarrollo, relacionados a datos de familia y de delincuencia. Con los estudios tipológicos que le sucedieron, muchos psiquiatras encontraron un nuevo campo de trabaj la imputabilidad disminuida de problemas criminales asociados a la enfermedad mental. Birnbaum, Krepelin y Aschaffenburg, llevaron a cabo trabajos en el plano de psicopatología criminal; pero es ErnsKretschmer, quien ejerció mayor influencia porsus teorías de la caracterología criminal, en los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial.
Han transcurrido 130 años alrededor de la formación de la criminología de formación biológica-hereditaria, y sobre todo cuenta el hecho incontestable de que esta ciencia se ha internacionalizado, con nuevos proyectos para todas sus grandes ramas de estudio. En lo que toca a la biotipología, se perfecciona el método psicogalvanométrico, o detector de mentira, la biometría, que es un método mensurativo o estadístico, y una forma automatizada de identificación que analiza las características humanas para autentificar personas o datos de ellas. Su estudio se extiende desde las leyes de la herencia, la genealogía de la estadística familiar, la identificación de individuos, mediante documentos, firmas, rostros, huellas, voz, patrones biométricos del iris; control de acceso físico y lógico a identidades, lectura y reconocimiento de objetos; identificación automatizada, autenticación biométrica de rostro (biometría facial) utilizando foto fija o video, autenticación de documentos oficiales por medio de equipos especiales para la creación de expedientes electrónicos de clientes o empleados, autentificación biométrica avanzada de voz asociada con tecnologías y servicios que permite a las organizaciones implementar comunicaciones y aplicaciones web seguras.
En fin, las aplicaciones de la bioptipología, han permitidos los perfiles de criminales cuyo fines es la captura de delincuentes y/o lograr la presentación y análisis de evidencias conductuales de hechos conocidos a partir del patrón delictivo. Las evidencias psicológicas tienen una lectura para el perito psicólogo y la misma se obtiene a través de ciertas víctimas entrevistadas o examinadas; lo que se busca en el perfil es el motivo. Y, en los establecimientos penitenciarios, está pendiente la utilización de centros para convictos peligrosos, psicópatas incorregibles, también considerado un legado de las ciencias de la biotipología criminal.