La Habana (PL) Como si el elevado desempleo no fuera suficiente, en
Europa también resaltan las diferencias salariales y otras
especificidades que acrecientan las desigualdades laborales entre los
países.
Según la Oficina Comunitaria de Estadísticas, Eurostat, el salario
mínimo en el Viejo Continente puede superar los mil euros en algunas
naciones y no rebasar los 200 en otras.
La lista está encabezada por Luxemburgo, que con una tasa de desempleo
de cinco puntos, ofrece a sus trabajadores a jornada completa un sueldo
no inferior a mil 800 euros al mes.
Siguen en la clasificación Irlanda, Holanda, Bélgica y Francia.
Sin embargo, Eurostat remarca que tras llegar a los 748 euros mensuales
del salario mínimo interprofesional de España, hay que descender hasta
el undécimo puesto de la lista, que cierra Bulgaria con tan solo 138.
Asimismo, llama la atención el caso de Grecia, porque tras las fuertes
condiciones del segundo tramo de rescate de su economía, el gobierno
contempla la rebaja de los mínimos establecidos para los trabajadores,
situación que podría repetirse en España si finalmente fuera rescatada.
Alemania, la llamada locomotora europea no posee un sueldo mínimo para
todo el estado, sino que es fijado en función del sector productivo y de
la región.
<span style="font-weight: bold;">EL CASO DE ESPAÑA</span>
España tiene uno de los salarios mínimos interprofesionales más bajos
establecidos por Ley en Europa, pese a que se ha revalorizado desde la
adopción del euro en el 2002.
Las diferencias se acrecientan entre hombres y mujeres, ya que un mayor
porcentaje de las féminas sufre por percibir ingresos inferiores a lo
establecido.
Como si fuera poco, el límite legal español está muy por debajo del marcado en otros países de la Unión Europea (UE).
Lo cierto es que las desigualdades cada vez son más latentes y palpables, desde la propia existencia de normativas diferentes.
En Alemania no existe el salario mínimo; en España, Grecia y Luxemburgo
lo imponen los gobiernos; mientras que en Bélgica lo pactan patronal y
sindicatos, un caso parecido al de Irlanda, donde el Ejecutivo hace una
recomendación a los agentes sociales.
<span style="font-weight: bold;">¿Y QUÉ HAY DE LOS PRESIDENTES Y PRINCIPALES DIRIGENTES GUBERNAMENTALES?</span>
En este apartado los datos pueden "sorprender". En momentos en que
muchos propugnan y hasta imponen la austeridad como principal forma para
enfrentar la crisis de deuda, siempre hay quienes hacen de las suyas.
Resulta que la canciller alemana, Ángela Merkel, una de las políticas
que defiende a toda costa "la cosida de bolsillos", encabeza la lista de
los dirigentes gubernamentales mejor pagados en la UE.
En mayo pasado, fue aprobado un aumento que la lleva a cobrar 17 mil euros mensuales.
Por otra parte encontramos a Francia, donde el presidente François
Hollande, al tomar posesión de su cargo, decretó la reducción de su
sueldo y el de su gabinete en 30 por ciento.
Empero, su predecesor, Nicolas Sarkozy se lo subió en 170 por ciento.
Siguen en la lista los mandatarios de Dinamarca, Bélgica, Italia,
España y Portugal.
<span style="font-weight: bold;">¿CURIOSO?</span>
Lo que más alarma de esta situación es que las diferencias y hasta los
excesos ocurren en momentos en que la Eurozona, conformada por los 17
países vinculados a la moneda única, padece el desempleo más alto de su
historia: 11 por ciento en abril.
Según fuentes comunitarias ese nivel es similar al reportado el mes
precedente, si bien representa un avance de 1,1 por ciento respecto a
igual lapso de 2011.
En la etapa analizada se contabilizaron 17,4 millones de personas en las
filas del paro, mientras que en el conjunto de la UE la cantidad
ascendió a 24,6 millones.
Expertos pronostican que la tasa de cesantía seguirá creciendo,
arrastrada por la situación en España, donde el paro duplica la media
europea (24,3 por ciento).
MÁS DESIGUALDAD IGUAL A MÁS POBREZA
La acentuación de la desigualdad es una de las consecuencias más visibles del deterioro de la situación económica.
Un estudio de la auditora Ernst & Young, reveló que la brecha
económica entre los países del norte y del sur del Viejo Continente
mantendrá su tendencia alcista en los próximos años, sobre todo por los
contrastes en el crecimiento y en la situación laboral.
Las 20 zonas de peores dificultades se localizan en Rumania, Polonia, Hungría y Bulgaria.
Entre las de mejor situación se encuentran en regiones de Alemania,
Holanda, Dinamarca y Reino Unido, evidenciando las grandes diferencias
entre los del este y del oeste del grupo.
Además, según una encuesta de la Comisión Europea (CE), el 75 por ciento
de los europeos considera que la pobreza aumentó a causa de la
coyuntura recesiva, por lo que muchos han tenido dificultades para pagar
las facturas del hogar.
La percepción se agrava en países como Grecia o España, donde la austeridad ha sido la receta más socorrida.
En la nación ibérica, alrededor del 85 por ciento de la población
observó un incremento de la miseria, mientras que el 16 por ciento de
los encuestados reconoció que el dinero apenas les alcanza para terminar
el mes.
Grecia es una de las naciones donde más ciudadanos hablan de un fuerte
incremento de la pobreza, escoltada por Rumania, Portugal y España.
Sin embargo, los temores por la agudización de ese mal también se
exacerban en otros países donde las medidas de ajuste presupuestario son
menos visibles.
Tanto es así, que en algunas de las grandes potencias de la UE, como
Alemania o Francia, la percepción del problema supera la media
comunitaria y ya muchos opinan que lo peor de la crisis está por llegar.
* Periodista de la Redacción de Economía de Prensa Latina.