ROMA. Muy
pocos peledeístas recuerdan un artículo escrito por Juan Bosch en Vanguardia
del Pueblo hace aproximadamente 30 años titulado "Aprendamos a
Desconfiar".
Fue escrito en la época en que ya se veía
que a quienes se les llegó una vez a calificar de “ilusos” y “sectáreos” porque
confiaban en las ideas boschistas -y que trabajaban desde 1973 en el desarrollo
del PLD- podrían convertir esta pequeña organización en un verdadero proyecto
de Poder de futuro.
El periódico Vanguardia del Pueblo, donde
semanalmente escribía el Maestro, era más leído que cualquier diario de la
prensa comercial del país.
A comienzos de la década de 1980
empezaba a ingresar al Partido por arriba una manada de oportunistas fracasados
que introdujeron numerosas intrigas, pugnas y conductas viciosas en el PLD, debido
esencialmente a que no fueron formados ni educados abajo en los círculos de
estudios. Las trajeron desde grupúsculos politiqueros de malos hábitos. Bosch
reconoció públicamente en 1992 que fue un error aceptar ese tipo de sujetos.
Lo expresado en el famoso artículo de
Vanguardia en el sentido de aprender a “desporfiar” (Bosch usaba el término
popular en privado), era porque algunos de esos señores proponían que el PLD
realizara las acciones aventureras que habían hecho fracasar a tantos partidos
de la llamada “izquierda revolucionaria” después de la guerra civil de 1965.
El PLD estaba creciendo, y esos “maleados”
pretendían que el Partido se abocara a prácticas que hubiesen contribuído a
colocar el proyecto boschista en el terreno de provocaciones y aventuras donde
nos estaba esperando el enemigo con su celada para destruirnos.
Por lo menos uno de estos
episodios conocidos y olvidados por la mayoría de quienes los vivieron estuvo a punto de hacer perecer al PLD.
Cuando próximamente se publiquen las
Obras Completas de Juan Bosch, específicamente sus escritos periodísticos de
Vanguardia del Pueblo, podrán las personas interesadas en estos temas
entender los peligros que hubo que sortear y el trabajo que costó construir a
este Partido que hoy gobierna la República Dominicana.
Felizmente, gracias a la sabiduría y a
la claridad mental que conservaba Bosch, el PLD superó las pruebas, y aprendió
a desconfiar.
Aquellas sanguijuelas y oportunistas
con el tiempo se decantaron como el lastre, y se han evidenciado como lo que
siempre fueron: Manipuladores sedientos de manejos de Poder que creyeron que
con sus grupúsculos iban a controlar y dirigir la liquidación por absorción del
Partido de la Liberación Dominicana.
Esos señores fracasaron. Ahora, en
estos nuevos tiempos, hay que tener cuidado con otros provenientes de otras
vertientes externas que pretenden con procedimientos más sofisticados
mediatizar, arrodillar y en realidad liquidar el objetivo estratégico
fundamental para el que fue fundado el 15 de diciembre de 1973 el PLD.
Pretenden ahora esos nuevos Caballos
de Troya continuar infiltrando el Partido y su Gobierno con fines y métodos
ajenos a las sanas enseñanzas del Maestro que nos formó.
Evitar esas amenazas es una tarea que no
puede quedarse en una consigna de campaña.
Hay que
corregirlas, combatirlas, superarlas, para recuperar la moral de lucha en el
trabajo y el servicio del Partido al pueblo dominicano que le renovó su
confianza a través del proyecto que representan Danilo Medina y Margarita
Cedeño de Fernández.
Alerta mujeres y hombres peledeístas,
adelante, sigamos trabajando para alcanzar la verdadera meta que nos
trazó Juan Bosch y que en el 2013 cumplirá de lanzada por el Líder cuarenta
años: caminar hacia la conclusión del objetivo estratégico de Juan Pablo Duarte
de Construir una República Dominicana Independiente, Libre, Próspera y Justa
para todas las dominicanas y todos los dominicanos, con Amor, sin rencores, sin
discriminación.
ROMA, Sábado
16 de Junio 2012