Los
derechos ciudadanos están establecidos en todas las Constituciones del mundo
desde 1787 en Estados Unidos. Incluso antes, en la de 1215 de Juan sin tierra,
en Inglaterra.
La
Republica dominicana no es una excepción. El capítulo primero habla de los
derechos fundamentales. El artículo 37 se refiere al “Derecho a la vida”; el 38
a la “Dignidad humana”; el 39 al “Derecho a la igualdad”, y lo divide en cinco;
el 40 se refiere al “Derecho a la libertad y seguridad personal”, con 17
numerales. El 41 prohíbe la esclavitud; el 42 consagra el “Derecho a la
integridad personal. Sigue el “Derecho al libre desarrollo de la personalidad”,
el “Derecho a la intimidad y el honor de las personas”, la “Libertad de conciencia y de cultos”,
“Libertad de tránsito”; “Libertad de asociación”, de “reunión y de “expresión e
información”.
Sin
embargo, estos derechos ciudadanos no se cumplen. Al contrario, lo que dice la Carta Magna es letra muerta que las
propias autoridades entierran en el cementerio del luto y de la sangre de los pobres
del país.
Todos
somos iguales ante la Constitución y las leyes, pero unos iguales son más
iguales que otros, incluso ante Dios.
El
presidente Joaquín Balaguer dijo que la Constitución era un pedazo de papel. Y
como tal la trató siempre. El presidente Fernández, su alumno más aventajado,
también trata la Constitución como “un pedazo de papel”. Unas veces como papel
de inodoro, otras veces como papel de letrina, que no es lo mismo, pero es
igual.
Los
derechos de los ciudadanos sólo están en el papel. Papel de inodoro o de
letrina, peropapel al fin.
Un
ciudadano tiene derecho a la protesta, pero si lo hace lo meten preso, lo
torturan en la cárcel y hasta lo matan. Y nada ocurre. Las libertadesestán determinadas por la coyuntura, no por
la ley.
En
este país un general, coronel, cabo, incluso raso,de la policía o de las Fuerzas Armadas apresa
y mata a un ciudadano por cualquier tontería. Si antes la vida valía menos que
un cigarrillo “Crema”, como dijera Juan Bosch, hoy la vida de un ser humano
vale menos que un“Alcatel”.
Lo
que ha pasado en la provincia Hermanas Mirabal es un ejemplo de las tantas violaciones a los derechos
ciudadanos.Un hombre fue muerto a tiros.
La población reclama que se aclare el hecho. La respuesta fue el silencio.
Cuando los ciudadanos se indignaron y protestaron con justa razón, el gobierno
militarizó la provincia y estableció un estado de sitio matando, apresando y
atropellando indiscriminadamente a la gente. La Policía, como dijera, Alí
Primera, “siempre es eficiente cuando se trata de los pobres”. (No así con los delincuentes de cuello blanco,
ni con los sicarios y narcotraficantes como Figueroa Agosto,Solano y Arturo del Tiempo. Ni contra los
corruptos del gobierno. Ni contra los evasores de impuestos y contrabandistas.
Pero se ensaña contra los infelices que reclaman un poco de pan)
Cada
vez que una comunidad organiza una protesta reclamando arreglos de calles,
escuelas, hospitales, energía, agua potable, etc., el gobierno envía sus
fusiles para que repriman y maten. Entonces, ¿dóndeestán los derechos de los hombres y mujeres
del país? ¿En la Constitución de papel de letrina o en la de papel de inodoro
de Leonel Fernández y sus lacayos?
Hasta que el pueblo no tome en sus manos las
riendas de su destino, lo que ha pasado en Salcedo y otras localidades, seguirá
siendo una constante. Y los derechos ciudadanos y humanos (de los pobres)
seguirán siendo pisoteados.