SANTO DOMINGO.-El jurista Julio Cury denunció que el fallo del Tribunal
Superior Electoral (TSE) que anuló las sanciones disciplinarias impuestas por la Comisión Política
del PRD fue “una especie de vindicta legal del gobierno contra Hipólito Mejía”,
y los jueces que integran esa corte “cruzaron el umbral de la mera
interpretación errónea de su ley orgánica para acomodársela caprichosamente a
las pretensiones de Miguel Vargas”.
Cury
recordó que antes de la audiencia del pasado viernes había dado por descontado
que esa corte cometería otra “masacre”, y dijo que tanto él como el doctor Enmanuel
Esquea Guerrero eran partidarios de una estrategia de defensa diferente.
“Era
ingenuo creer que el TSE estaba en condiciones de instruir imparcialmente las
acciones de que fue apoderado”, manifestó el destacado jurista.
Alegó
que el derecho a ser juzgado por una jurisdicción imparcial e independiente es
una garantía fundamental del debido proceso consagrada por el numeral 2 del
artículo 69 de la
Constitución. “Cuando existen motivos que permiten dudar de
la imparcialidad o independencia de un juez, lo procedente, en interés de
garantizar la tutela judicial efectiva, es recusarlo”.
Acusó
al TSE de desconocer sus atribuciones y de erigir la voluntad del gobierno en
ley. “Este ha sido un precedente fatídico que además de reafirmar la debilidad
institucional de que adolecemos, abre las puertas, en ese tribunal, al caos
surgente de leyes antojadizamente interpretadas”.
Planteó
la conveniencia de consagrar la prevaricación judicial como delito, de manera
que los fallos que carezcan de explicación razonable, que sean consecuencia de
un error o ignorancia inexcusable, o que no se correspondan con una rigurosa
aplicación de la ley, sean considerados como ilícitos penales.