<p style="font-weight: bold;">ASUNCIÓN,
22 jun (IPS) – El Senado de Paraguay destituyó este viernes 22 al
presidente Fernando Lugo, tras un juicio político de unas horas, en una
decisión amparada formalmente en la constitución del país, que abre una
crisis institucional en su débil democracia y recibe el rechazo de
América Latina.
Lugo acató el sumario fallo del
Senado, que actuó como tribunal inapelable, mientras que el Congreso
designó en su reemplazo al vicepresidente Federico Franco, quien debe
completar el periodo constitucional de Lugo, que concluye en agosto de
2013.
El Senado desoyó las exhortaciones provenientes de las capitales
americanas, desde Washington a Buenos Aires, a realizar un proceso con
garantías para la defensa y el debido proceso. Ni siquiera la presencia
de una misión de de cancilleres de Unasur (Unión de Naciones
Suramericanas) logró aplazar el juicio o enlentecer el proceso.
Mientras cientos de manifestantes rechazaban en las calles la
destitución de Lugo, un exobispo católico de 61 años y de la izquierda
moderada, la Unasur estudiaba la noche de este viernes el
desconocimiento colectivo del gobierno de Franco.
Miembros de la misión de canciller calificaron el jucio de golpe de
Estado y varios países se adelantaron ya en tomar la medida de no
reconocimiento de Franco.
América Latina se enfrenta a una nueva crisis institucional, después de
la desatada en junio de 2009 en Honduras, con la detención y expulsión
del país del presidente Manuel Zelaya, en un golpe cívico militar en que
participó el Congreso legislativo.
Tras conocer la decisión, Lugo dijo en un mensaje público que "salgo por
la puerta grande", después de haberse convertido en 2008 en el político
que rompió la hegemonía de 61 años en el poder del Partido Colorado, al
frente de un proyecto de inclusión social, en uno de los países del
mundo con mayor desigualdad.
"Fernando Lugo no responde a clases políticas, ni a la mafia ni al
narcotráfico, este ciudadano no es turbio", señaló, después de no acudir
al juicio que le siguió el Senado a pedido de los diputados, por "mal
desempeño de sus funciones".
Votaron por su destitución 39 senadores, cuatro lo hicieron en contra y dos estuvieron ausentes.
De inmediato, fue juramentado como nuevo jefe de Estado el
vicepresidente Federico Franco, del Partido Liberal Radical Auténtico
(PLRA), que hasta un sorpresivo cambio hace escasos días, era el
principal respaldo parlamentario de Lugo. Ahora alcanza el poder, aunque
en forma provisional y polémica, por primera vez en 70 años de vida.
"Hoy, en el Paraguay, mediante un mecanismo constitucional se da la
alternancia", dijo Franco tras su juramento y prometió a la comunidad
internacional el respeto irrestricto de las leyes y tratados
internacionales.
Anunció medidas a favor de la reforma agraria y prometió justicia para
el caso de la muerte de 11 campesinos y seis policías en un
enfrentamiento el día 15, durante un desalojo en una hacienda del
municipio de Curuguaty, al norte del país.
Ese fue el caso utilizado por los diputados, el jueves 21, para
convertirse en acusadores del presidente y abrir el juicio político.
La mayoría opositora parlamentaria liderada por el partido Colorado,
junto al UNACE y Patria Querida, logró el apoyo del PLRA para el juicio
político a nueve meses de las elecciones generales.
Fernando Lugo ganó las elecciones en abril de 2008, respaldado por una
alianza entre partidos y movimientos políticos de izquierda junto al
PLRA.
Para el analista Alfredo Boccia, este escenario benefició en forma
directa a Federico Franco, obviamente, pero perjudica al país porque lo
deja en un clima de profunda incertidumbre.
"A Franco no se será fácil gobernar, porque no va a tener legitimidad",
dijo a IPS.
En este sentido recordó el caso de Honduras y el impacto en su economía.
"Cuando lo sacaron a Zelaya de una forma muy parecida, la economía fue
seriamente perjudicada. Y eso mismo puede pasar en Paraguay", indicó.
Por su parte, el analista Bernardino Cano Radil, cercano al Partido
Colorado, dijo a IPS que no hay cambio de gobierno, hay cambio de
presidente.
"El PLRA es parte del gobierno de Lugo, ganó con los mismos votos", indicó.
La salida de Lugo es producto de un acuerdo entre los dos partidos
tradicionales e históricamente antagónicos, el PLRA y el Colorado.
"Lo que se espera a partir de ahora es que Franco tenga la sensatez de
entender que es un presidente provisorio", apuntó Cano, que se espera
que garantice la seguridad, el respeto a la constitución nacional y las
próximas elecciones.
En su mensaje de asunción, Franco prometió entregar la banda
presidencial a un presidente electo, el 15 de agosto de 2013.(FIN/2012)