"Hoy no es Fernando Lugo el que recibe un golpe, es la historia paraguaya y su democracia la que ha sido herido profundamente", manifestó Lugo en conferencia de prensa, para anunciar que se resignaba a la decisión del Congreso Nacional.
Lugo fue destituido en un proceso al vapor motorizado por los legisladores con el pretexto de un incidente ocurrido en que murieron agentes policiales y campesinos, hecho del que culpan al mandatario.
"Hoy me despido como presidente de la República, pero no me despido como ciudadano paraguayo y he de servir a esta nación allí donde me necesiten", dijo Lugo.
Agradeció a "todos los paraguayos que pusieron su hombro, tiempo y valor para consolidar la democracia", así como las Fuerzas Públicas, militares, movimientos sociales y campesinos.
Por otra parte, llamó a que la ciudadanía se manifieste pacíficamente. "Que la sangre de los justos no se derrame nunca más por causas de intereses mezquinos", manifestó.
En un claro mensaje a sus detractores y exaliados, dijo que la democracia fue herida de manera cobarde y alevosa y que espera que los responsables "tengan la presente la gravedad de sus hechos".
"Fernando Lugo no responde a clases políticas, a la mafia ni al narcotráfico. Este ciudadano respondió y seguirá respondiendo ayer, hoy y siempre al llamado de los compatriotas", afirmó. Finalmente, se dirigió a los paraguayos "que sueñan con un Paraguay diferente, simplemente les digo que siempre pueden seguir contando con Fernando Lugo".