La Habana (PL).- Curiosity es el nombre que recibió el nuevo vehículo
espacial que está por llegar a la superficie de Marte con el objetivo de
encontrar indicios de vida extraterrestre, presente o pasada, en el
cercano planeta.
Según informes de la Administración Nacional para la Aeronáutica y el
Espacio (NASA), el robot aterrizará el próximo 6 de agosto tras recorrer
60 millones de kilómetros en un lugar cercano al monte Sharp, en el
cráter Gale, al sur del ecuador marciano, donde por dos años realizará
importantes investigaciones.
Se espera que la llegada ocurra sin contratiempos, algo que, sin embargo, los expertos no pueden certificar todavía.
Nos hemos preparado durante mucho tiempo para esto, afirmó Dave Lavery,
del programa del Mars Science Laboratory (MSL), en Pasadena, California.
ATERRIZAR EN MARTE<br>
Un aterrizaje en Marte siempre conlleva riesgos, por lo que el éxito no
está garantizado. Una vez en el suelo vamos a proceder con cautela,
manifestó.
Pero todo ha sido bien calculado y el lugar del descenso adecuadamente
seleccionad una estructura formada hace más de tres mil millones de
años cuando Marte, la Tierra y el resto de los cuerpos del sistema solar
fueron bombardeados de manera frecuente por meteoritos.
Los científicos a cargo de la misión creen que la montaña está formada
por restos de capas de sedimentos que alguna vez llenaron el cráter. Con
el tiempo, los sedimentos fueron arrastrados, dejando lo que hoy se
conoce como Monte Sharp.
Como algo similar no existe en la Tierra, y si aquí se formó alguna vez,
pudo ser borrado con el tiempo por el plegamiento y las fallas de la
corteza terrestre, indican los especialistas, esperan obtener mayor
información sobre la historia geológica del planeta rojo.
Curiosity está dotado de poderosos instrumentos alimentados por una
batería nuclear, en vez de depender de la luz solar. Es fuerte y
potente, mucho más que sus predecesores, los gemelos Spirit y
Opportunity, llegados a Marte en abril de 2004 para una misión de tres
meses en busca de señales de agua.
Sin embargo, el período de trabajo de estos dos ingenios se extendió en
la medida que fueron capaces de continuar transmitiendo fotografías y
datos.
En todos estos años, esos rovers de la NASA realizaron importantes
descubrimientos, quizás el más destacado es el hallazgo de las primeras
evidencias de que Marte, en el pasado, estuvo cubierto de agua. Spirit
dejó de comunicarse en 2010 tras quedar atrapado en una trampa de arena.
Los intentos por rescatarlo no resultaron.
Por su parte, Opportunity sigue haciendo historia, ya recorrió más de 34
kilómetros sobre la superficie marciana y todavía proporciona valiosas
informaciones.
Entre sus resultados más recientes están las impresionantes imágenes
tomadas del Endeavour, un cráter de 22 kilómetros de diámetro formado
por un impacto de meteorito antiguo, en el cual trabaja desde el pasado
agosto estudiando el polvo recolectado en el lugar.
En el análisis químico realizado el robot encontró depósitos similares a
las fuentes hidrotermales de la Tierra, junto con características
generalmente asociadas con la evaporación, evidencias que sugieren que
agua cálida y poco profunda existía en la región.
A juicio de expertos, Endeavour es un buen laboratorio para entender la historia temprana de Marte.
Mv/vm
*Periodista de Prensa Latina