<span style="font-weight: bold;">Madrid, 2 jul (PL) Sumidos en una crisis económica sin precedentes, los
españoles olvidarán por un momento hoy sus penurias cotidianas para
celebrar la aplastante victoria de su selección de fútbol ante Italia en
la Eurocopa 2012.</span>
La llamada Roja se proclamó ayer por tercera vez campeona continental y
entró en la historia del fútbol universal como el único equipo que
consigue ganar tres grandes torneos consecutivos (Eurocopa 2008, Mundial
de Suráfrica en 2010 y otra vez la Eurocopa en 2012).
Aunque los festejos comenzaron poco antes de la medianoche y se
prolongaron hasta altas horas de la pasada madrugada, la cita oficial de
los aficionados con la selección será este lunes en la céntrica plaza
de Cibeles, tradicional sitio de celebraciones del Real Madrid.
Decenas de miles de madrileños se echaron a las calles este domingo para
festejar un ciclo glorioso iniciado en 2008 y que, cuatro años después,
se mantiene vivo, con un grupo de jugadores muy fusionados y entre los
que no caben las individualidades.
En contraste con el casi total silencio reinante en la capital española
durante el partido, sólo interrumpido por el júbilo ante cada gol,
arterias como el Paseo de la Castellana, las plazas de Cibeles y Neptuno
o la Puerta del Alcalá y del Sol se abarrotaron de hinchas.
El contundente triunfo por 4-0 ante Italia afianzó el dominio de España
en la escena futbolística mundial, una suerte de bálsamo para un país en
plena recesión y con más de cinco millones 200 mil desempleados, la
tasa más alta de la Unión Europea.
Incluso después de la abrumadora victoria en la final del certamen
continental, el trasfondo económico y la elevada prima de riesgo que
grava la deuda soberana en relación con la de naciones más ricas como
Alemania, seguían en la mente del ciudadano de a pie.
"Cuando peor ha estado el país a nivel de crisis, el fútbol ha sido como
una especie de oasis, la gente ha olvidado un poco todo y se centra en
el fútbol", confesó el portero y capitán de la selección, Iker Casillas,
luego de derrotar a Portugal en la fase semifinal.
Artífice de un plan de drásticos recortes sociales y laborales, el
presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien presenció la final de este
domingo en Kiev (Ucrania), afirmó que intentará acudir a las
celebraciones de este lunes.
El también líder del derechista Partido Popular pidió a sus
conciudadanos ser pacientes frente a las medidas de austeridad que
cercenan sus ingresos y con los efectos de una reforma laboral que
abarata y facilita el despido de los trabajadores.
Por un instante, los españoles olvidarán esta noche su pesadumbre para
homenajear a sus héroes de la Roja, con la mirada puesta en el próximo
Mundial de Brasil 2014.
ocs/edu