Tegucigalpa, 4 jul (PL) La violencia contra las mujeres aumentó en el
último decenio en 160 por ciento en Honduras y sólo durante el primer
semestre de este año, sumaron 150 las asesinadas, refieren hoy informes
del Ministerio Público.
"Con tanta muerte pareciera que no se está trabajando en la prevención o
que los esfuerzos que se hacen no son lo suficientemente abarcadores
para detener la violencia extrema contra las féminas", afirmó la titular
de la Fiscalía de la Mujer, Grisell Amaya, citada por el diario El
Heraldo.
La funcionaria aseguró que estas muertes son investigadas, pese a que la
demanda es mucho mayor que los recursos con cuenta la entidad.
Para combatir o tratar de disminuir los crímenes contra las féminas es
necesario que en la legislación hondureña se tipifique la figura del
feminicidio e imponer una pena para quien lo cometa, instó Amaya.
"Las caracterizaciones del cómo se producen estas muertes en donde las
mujeres son desmembradas, aparecen con señales de tortura con
ritualización de sus cuerpos, muchas han sido abusadas sexualmente antes
de causarle la muerte, todo estos debe ser puesto en el tapete de la
legislación", enfatizó.
Por la falta de esa figura del feminicidio en el Código Penal, las
muertes violentas de mujeres son procesadas en Honduras como homicidio,
asesinato o parricidio, lo cual conlleva a la imposición de penas
alejadas de la real dimensión de los hechos, a juicio de activistas
sociales.
Organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres cuestionan los
informes policiales, que relacionan la mayoría de estos asesinatos con
actos delincuenciales como el tráfico de drogas, secuestros, el cobro
del impuesto de guerra, y la delincuencia común. Los documentos
emitidos por las autoridades apenas señalan que un mínimo porcentaje de
estos crímenes son de tipo pasional, clasificación con la cual despojan a
tales actos de sus verdaderas causas, ligadas a la discriminación por
razones de sexo y a una cultura patriarcal bien enraíza, concuerdan.
Con el ánimo de acelerar la investigación frente a denuncias de esta
naturaleza, la Corte Suprema de Justicia de Honduras aprobó un nuevo
sistema para tomar las declaraciones de las víctimas sin que el
sospechoso pueda saber quién es la persona que testifica contra él.