6 de julio de 2012.-Recientemente se desató en todas las redes sociales una intensa campaña promoviendo
un “boikot” al consumo del pollo por al menos de uno a tres días.
Todo parece haberse desatado producto de las declaraciones de la
Directora de Pro-consumidor, Altagracia Paulino, que posteriormente fueron refrendadas por una institución
poco conocida llamada “CONADIPOLLO”, que dice representar los intermediarios.
Altagracia Paulino, directora de Pro-consumidor, inició el debate con el
llamado al famoso "día sin
pollo"; yo, que he estado vinculado a la producción nacional, quiero
ofrecer mis opiniones.
En primer lugar quiero destacar que la industria avícola nacional es una
industria de las fundamentales para la República Dominicana, no sólo por su
aporte al PBI (21 mil millones de pesos) sino más bien porque provee de carne a
la poderosa demanda nacional de ese producto. Es además una de las pocas
industrias en las cuales somos autosuficientes.
Cabe destacar que por razones culturales y económicas, el consumo de
carne de pollo del país (31.6kg/año) está
entre los más elevados del continente. La carne de ave ya es parte no sólo de
nuestra dieta sino también de la cultura urbana del país, a saber por los
famosos “pica pollos”, que abundan en todas los municipios del país y ya son
parte del paisaje urbano..
Por ser la carne más asequible es también la principal fuente de proteína
de los dominicanos, superando por mucho a sus competencias. Representa en
cantidad el 51% de toda la producción pecuaria del país.En cuanto al valor representa (2005) un 20%
de toda la riqueza creada en la ganadería nacional. La diferencia no deja dudas
de que la carne de pollo es la de precios más bajos de todas las carnes del
país.