<p style="font-weight: bold;">SANTO DOMINGO, 13 de julio 2012.-El veterano embajador de Haití en Santo
Domingo, doctor Fritz N. Cineas ponderó el aporte de la diáspora haitiana
en República Dominicana en diversas áreas laboral, educativa y cultural, por lo
que entiende que esta es una presencia que dinamiza la economía dominicana.
República Dominicana y Haití comparten la isla la Española, pero tienen razgos distintivos, en parte de color e idioma. Dominicana registra una mayor desarrollo económico y miles de haitianos representan hoy una fuerza de trabajo importante.
En un articulo del diplomático enviado a
Diario DigitalRD.Com, éste pondera que la fuerza laboral de sus conciudadanos “incide
directamente en su desarrollo urbanístico,
turístico y económico”.
Al mismo tiempo reconoce que mediante el envío de remesas de la diáspora a
sus ciudades de origen, se
contribuye a impulsar ala economía haitiana.
“Este esfuerzo por el
crecimiento mutuo debe seguir desarrollándose con confianza y con el
convencimiento de que juntas, ambas
naciones alcanzarán mayor bienestar si trabajan de la mano visualizando siempre
los objetivos comunes” expresa.
Las consideraciones de Cinneas están contenidas en el articulo titylado “La
diáspora haitiana: generaciones de trabajo y e intercambio cultural en
República Dominicana”,
Sostiene
que la migración pacífica de ciudadanos haitianos que entran en República
Dominicana ha constituido a lo largo de los años una valiosa fuente de riqueza
en diferentes ámbitos de la actividad socioeconómica del país.
“Como
naciones hermanadas que comparten una misma isla,
República Dominicana y Haití deben visualizarse como las
dos alas de una única ave que persigue un destino común: el desarrollo y el progreso
de ambos pueblos, así como la
fortaleza de la isla como territorio binacional” expone.
Y
a seguida expone que para lograr este importante reto,
asumido con profundo compromiso por los actuales Gobiernos de las dos naciones, República Dominicana cuenta con el esfuerzo
incansable de la mano de obra haitiana,
que históricamente ha contribuido al desarrollo de sectores clave para el país, como el agrícola,
el de la construcción o el turístico,
además de aportar un gran valor en el ámbito del arte y la cultura.
Indica
que la perseverante fuerza de trabajo
haitiana ha cultivado la tierra dominicana desde hace más de un siglo, fundamentalmente en las plantaciones de arroz, de azúcar,
de café y de tabaco,“convirtiéndose en un soporte indispensable
para el crecimiento agrícola dominicano,
a pesar de que las condiciones en que estos trabajadores desempeñan su labor, como la de los braceros que cortan caña en las
áreas de los bateyes, son precarias
y extremadamente duras”.
Refiere el embajador que en el sector de la construcción es el que registra la mayor participación de empleados
haitianos en República Dominicana,
ya que desde los años 80 en adelante,
miles de ciudadanos haitianos han intervenido en el desarrollo de infraestructuras
dominicanas, tanto públicas como
privadas, siendo una expresión
general de muchos contratistas la afirmación de que sin estos trabajadores no
podrían realizar adecuadamente sus obras.
Subraya que en el sector
turístico dominicano es otro de los espacios en los que la comunidad haitiana
tiene una amplia participación. Valora la capacidad de los haitianos para
adaptarse a diferentes entornos y por su espíritu de trabajo es demandado por
una gran parte de la oferta de ocio y turismo en las diferentes regiones del
país.
“Se trata de otro de los
ámbitos que los empleados haitianos desempeñan con tesón y esfuerzo, al tiempo que permite que la diáspora se integre
cada vez más a la sociedad dominicana,
aportando, más allá de su trabajo, numerosas expresiones de tradición y cultura
haitiana” sostiene en su artículo Cineas.
Expone que en el ámbito
doméstico también ha crecido significativamente la presencia haitiana, “siendo cada vez más demandada la contratación de
mano de obra haitiana para los servicios de empleadas de hogar, serenos,
jardineros, etc.”.
Otras áreas en que sobresalen los haitianos dijo es en el ámbito
estudiantil, ya que en la actualidad,
además de los estudiantes de nivel básico de educación,
las universidades dominicanas están siendo centros de estudios para miles de
estudiantes haitianos.
“Los gastos realizados por estos alumnos en matrículas, alojamiento,
alimentación, etc. contribuyen en
gran medida al dinamismo económico y social de República Dominicana” expone.
Refiere el intercambio sociocultural que se viene produciendo entre los dos
países y añade que ha puesto de manifiesto la extensa tradición
pictórica-artística haitiana, que
contribuye, no sólo a conservar la
memoria y la identidad creole, sino a compartir sus tradiciones y cultura con
República Dominicana.
“La música, la gastronomía,
la artesanía, y en definitiva, el conjunto de las tradiciones haitianas brindan
un espectro de emociones y aprendizajes únicos que queremos compartir con
República Dominicana en un escenario de intercambio y reciprocidad” dice en su
articulo.
“La historia ha demostrado que la diáspora
haitiana es una parte fundamental de la fuerza
laboral y productiva en República Dominicana,
ya que incide directamente en su desarrollo
urbanístico, turístico y económico.
Al mismo tiempo, mediante el envío
de remesas de la diáspora a sus ciudades de origen,
se contribuye a impulsar ala economía haitiana.
Este esfuerzo por el crecimiento mutuo
debe seguir desarrollándose con confianza y con el convencimiento de que juntas, ambas naciones alcanzarán mayor bienestar si
trabajan de la mano visualizando siempre los objetivos comunes”, concluye.