Caracas, 18 de julio de 2012.- “Los países de América Latina y el Caribe cuentan hoy con vías para alcanzar una estrecha vinculación con el Sudeste Asiático. Cada una de ellas ofrece distintos costos y beneficios, que es necesario tener en cuenta en escenarios de mediano y largo plazo”.
“Es necesario incrementar, de manera sustantiva, los esfuerzos de coordinación y cooperación en términos de las políticas y estrategias vinculadas al plano económico, comercial y científico-tecnológico nacional y regional, si se desean superar las profundas asimetrías existentes con Asia Pacífico. Se podrá así establecer una relación de carácter más solidario e igualitario con los países de la ASEAN”.
Estos señalamientos se extraen del documento “Un nuevo impulso para las relaciones de América Latina y el Caribe con los países del Sudeste Asiático”, elaborado por la Secretaría Permanente del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA) y que fungirá de base al análisis durante el “Seminario Regional sobre las relaciones económicas entre América Latina y el Caribe y los países del Sudeste Asiático”, evento que se llevará a cabo en Caracas, mañana jueves 19 de julio en la sede de este organismo regional, y que será instalado por el Embajador José Rivera Banuet, Secretario Permanente del SELA, el Honorable Señor David Velásquez Caraballo, Viceministro para Asia, Medio Oriente y Oceanía de la República Bolivariana de Venezuela y el Señor Jorge Alvarado Rivas, Embajador del Estado Plurinacional de Bolivia y Presidente del Consejo Latinoamericano.
El documento, que examina los obstáculos, así como las oportunidades presentes y futuras posibles en las relaciones económicas y comerciales entre América Latina y el Caribe y el Sudeste Asiático, en horizontes de esta década y la próxima, detalla que los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) -en virtud de constituir una parte importante de las redes de producción industrial que tienen su centro en China- ofrecen una relevante oportunidad de iniciar y avanzar en un ejercicio de vinculación intraindustrial, sugiriendo la conveniencia de explorar las posibilidades de vinculación que ofrecen varios de los “Sectores Productivos y de Servicios Prioritarios”.
Igualmente describe que la participación, tanto de las exportaciones como de las importaciones entre la ASEAN y las distintas subregiones de América Latina y Caribe, presentan valores bajos en términos de los porcentajes que representan no sólo en el total de las corrientes de comercio, sino también en los intercambios con el conjunto de los países de Asia Pacífico y la India.
Las exportaciones de la región a la ASEAN, que enfrentan una fuerte competencia de ese grupo de países en los mercados de China e India -particularmente en el sector de manufacturas basadas en recursos naturales-, se concentran en Argentina (4,8% del total), Venezuela (4,4%), Brasil (3,3%), Costa Rica (2,6%) y Chile (1,7%).
En cuanto a las importaciones desde esa región Oriental, el primer puesto le corresponde a Panamá (14% del total) en virtud de su rol de polo de distribución, seguido por México (4,3%) Brasil (3,7%), Argentina (3,3%) y Perú (2,5%).
El informe explica cómo durante las décadas pasadas las relaciones económicas entre Asia Pacífico y América Latina y Caribe han continuado creciendo a niveles notables, sustentadas en el aumento de los Tratados de Libre Comercio (TLC) y la expansión del intercambio bilateral y la IED.
El comercio total entre la región con Asia Pacífico se incrementó durante los años noventa a una tasa anual de 9,3%, circunstancia que permitió duplicar el valor de los intercambios, elevándolos de 2.500 millones de dólares a 5.600 millones.
Al realizar una comparación con el crecimiento del comercio con los EE.UU., mientras las exportaciones a ese país aumentaron en un 68% en el período 2000-2008, las exportaciones de América Latina y el Caribe a esa región asiática lo hicieron en más de 250%, en tanto que las importaciones desde los EE.UU. sólo se incrementaron en un 32%; en cambio, las provenientes del Sudeste Asiático alcanzaron un aumento del 336%.
De igual manera, las exportaciones hacia Asia, particularmente a China, registraron crecimientos sobresalientes, muy por sobre los niveles alcanzados en el período previo a la crisis. En términos comparativos con otras regiones del mundo, las exportaciones a los EE.UU. presentan una variación positiva de 20,6% en el año 2010, mientras la de Asia se expande en un 29,8%, según este estudio.
Sin embargo, si se considera la década anterior, a América Latina y el Caribe le correspondió solo el 1,4% de las exportaciones de la ASEAN y el 1,7% de sus importaciones, mostrando que la mayor parte de la región no mantiene relaciones comerciales con la asociación o, si lo hacen, representan valores marginales.
En lo concerniente a la cooperación, aún cuando los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) Sur-Sur resultan todavía relativamente pequeños, la IED entre ambas regiones está adquiriendo una positiva dinámica de crecimiento, particularmente por el nuevo papel de exportador de IED hacia América Latina y el Caribe que está desarrollando esa región.
Asimismo, ante la crisis financiera y sus secuelas, la IED Sur-Sur ha probado ser más resistente a los shocks externos.
El Sudeste Asiático es una región con fuerte sentido de identidad, una localización estratégica y articulación de sus economías con las principales de Asia del Este, lo cual lo convierten en un parte significativa del principal polo de crecimiento de la economía global y un socio natural para nuestra región.
Superada la crisis financiera de los años 90, el Sudeste Asiático ha comenzado a ser entendido como una contraparte muy relevante para las economías de América Latina y el Caribe.
No obstante, en su aproximación al fortalecimiento de sus relaciones económicas y de cooperación con la región, Latinoamérica y el Caribe ha visto limitadas sus posibilidades por carecer de una visión concertada de sus intereses y de las vías más adecuadas para promoverlos, en contraste con el enfoque compartido de integración regional y de vinculación económica extrarregional que se desarrolla bajo la égida de la ASEAN.
Según las estimaciones del Banco Mundial, para el año 2020, la ASEAN -un territorio de aproximadamente 4.500.000 km2 y una población actualmente superior a los 600 millones de habitantes- será uno de los cinco mayores centros económicos, después de TLCAN, la Unión Europea, China y Japón.
Para 1994, el Sudeste Asiático ya se había convertido en la cuarta entidad del mundo en el ámbito del comercio internacional, con una tasa de crecimiento de aproximadamente el 7% anual y con exportaciones por valor de 257.600 millones de dólares e importaciones por un monto de 281.400 millones de dólares.<br>