Las leyes de
la dialéctica, fundamentadas en el materialismo histórico, estudian la mutación
de las sociedades y las transformaciones de los pueblos. Se han experimentado
cambios vertiginosos, la velocidad de las innovaciones tecnológicas han
rebasado las necesidades reales de los seres humanos en todos los continentes.
Las
plenitudes del estado de bienestar, son crónicas de años felices de la
humanidad, sustituidos por las angustiosas noticias de las burbujas
inmobiliarias, las caídas estrepitosas de las bolsas de valores, el aumento
irreversible de los hidrocarburos, los metales, las materias primas, crisis
alimentaria y la pérdida de las capacidades crediticias de grandes economías, y
la degradación de bonos soberanos, transformado en basuras financieras.
Agotado el
espacio de las maniobras de los magos de las finanzas universales, gurúes de
los bancos centrales y miembros de los gabinetes económicos, pierden sus
capacidades de sostener un discurso esperanzador a los ciudadanos. Porque los índices
financieros, siguen impertérritos hacia una ruta aritmética negativa, y los índices
de desempleo y de pobreza alcanzan niveles insospechados, provocando las protestas
en las plazas públicas por los indignados, sinónimo de rebeldes del siglo XX1.
John Auster,
en su artículo, “Se necesitan nuevos modelos económicos en un mundo incierto”
publicado en el periódico hoy, 14 de marzo del 2012, establece, para Roman Frydman y Michael Goldberg, los
participantes del mercado siempre están tratando de vencer la incertidumbre.
Mientras ellos buscan respuestas sensibles, el mercado continuará en
movimiento. Los grandes movimientos son consistentes con la racionalidad.
En economía política
o economía política, hay tres grandes
modelos:
1.- La economía
de libre mercado, la cual implica la propiedad privada y la competencia son los
elementos fundamentales, en la que menor intervención del estado, garantiza más
eficiencia del modelo.
2.-La economía
planificada o centralizada, se fundamenta en que el proceso económico sigue una
ley natural de la socialización de los
seres humanos. El estado es el agente regulador, planifica y centraliza, y
existe la socialización de los medios de producción. La producción es
responsabilidad de la comunidad y la cooperación es un elemento fundamental,
para el buen funcionamiento del sistema.
3.-La economía
mixta, que es un modelo intermedio entre la economía de mercado y la economía planificada.
Los fundamentos teóricos están en la condición de Samuelson, que estable la
eficiencia del modelo en conjunción de la provisión tanto privado como publica
de los bienes. Es decir, una connivencia del sector privado, la clase obrera y
el estado.
Los modelos
pueden ser divididos en dos, macroeconomía y microeconomía, las cuales tendrán como
soporte según la escuela del pensamiento económico que se fundamenten, el
Monetarismo, la Nueva Economía Clásica y la Nueva Economía Keynesiana.
En la medida
que la crisis global, se extiende como una mancha por todo el tejido de los países
de la Unión Europea, y sus líderes hacen grandes esfuerzos para detenerla, economistas
de todas las latitudes, están en los laboratorios
buscando el modelo económico ideal del
siglo XX1.
Existe una
gran incongruencia, el economista Max Neef, Premio Nobel de Economía, en una
magistral conferencia en España, 2009, aborda cifras y hace comentarios al
modelo económico mundial, que dejan perpleja a la humanidad, dicen que no
existen recursos para combatir el hambre y la pobreza, pero para salvar los
grandes bancos del mundo, aparecen sumas millonarias cuya ruta critica incierta
a veces no evitan la debacle.
Brúcela, fue
el escenario, el 11 de enero del 2012, que en respuesta a la crisis económica y
financiera que atraviesa actualmente Europa, los obispos de la Comisión de los
Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE), proponen que el Mercado Común
evolucione según el concepto de economía social de mercado, para que la Unión
Europea, pueda llegar a ser una comunidad de solidaridad y responsabilidad
viable.
Finalmente,
hay que plantearse seriamente la búsqueda de un modelo económico alternativo,
que tenga al ser humano como eje fundamental, en tal virtud, los planteamientos
del Profesor alemán, Heinz Dieterich
Steffan, en su libro, Socialismo del Siglo XX1, establece criterios dignos de
ser analizados en profundidad, fundamentado en la Justicia y la solidaridad,
dentro de la democracia participativa.
El análisis lo
hacemos porque la Republica Dominicana, según los economistas establecen que si
bien es cierto nuestro modelo da síntomas de agotamiento, el problema es mas de
los políticos manejando la economía de estado, por factores que tienen que ver
con la inversión dentro del laborantismo político clientelista, que para
doblegar la oposición ha sido necesarios ampliar el déficit fiscal. Para un
modelo económico funcionar eficientemente, debe haber una administración fundamentada en
las leyes económicas universales y su aplicación ética.