La Educación.-En
la campaña electoral recién pasada, un gran movimiento nacional, especialmente
juvenil, realizó exitosas manifestaciones en reclamo de que el Gobierno cumpla
con su propia Ley y destine el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) a la
educación, pero no se habló de calidad. <br>
Con anterioridad, en marzo de 2011, el
economista Ricardo Hausmann (3), del Centro de Desarrollo Internacional de
la Universidad de Harvard, Estados Unidos, consideró que un mayor gasto en educación no garantiza
por sí solo calidad y recomendó que a la hora de destinar una mayor inversión a
este sector, el país debe hacerlo con una productividad distinta a la actual.
“Es posible aumentar el gasto, sin mejorar la educación”, dijo Hausmann en el
curso de una rueda de prensa convocada en el Palacio Nacional tras una serie de
encuentros por separado con el Presidente Leonel Fernández, el Ministro de
Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás, funcionarios y
técnicos de diversas dependencias del gobierno.
Hausmann
citó el caso de países que con el mismo nivel de gasto que República Dominicana
obtienen resultados positivos en este sector. Pero advirtió que esto “ no
quiere decir que tiene que ser más de lo mismo, tiene que ser de más y mejor,
donde la estrategia de cómo hacerlo mejor tiene que ser identificada para
que se pueda destinar al más. “No quiere decir que República Dominicana emule
esos resultados sin gastar más”, insistió en aclarar Hausmann.
Un
gran reto presente y futuro es extender
la jornada de docencia, que sin dudas implicará la contratación de más profesores, la construcción de nuevas
escuelas, más aulas y por lo tanto más gastos.
Esos son grandes aspectos de diseño que
tienen que venir de una autoevaluación mucho más detallada del desempeño. En ese
sentido parece que esas decisiones de
cómo avanzar en materia educativa “tienen que venir ancladas de una estrategia
muy precisa de mejorar la capacidad del sistema, de generar aprendizaje, no
cobertura, sino resultados, que es donde estamos fallando en estos momentos”,
argumentó Hausmann.
El sistema ha avanzado mucho en
universalizar la cobertura, pero existe un serio problema de calidad. El experto del CID de la universidad de
Harvard consideró importante empezar con las mediciones y con los planes
pilotos y la experimentación que respondan las preguntas para que de aquí al
2030 el país tenga la calidad de la educación basadas en las metas que se ha
fijado.
Naturalmente,
también habrá que construir nuevos centros escolares, pues la población crece y
el alumnado también. Hasta 2010, en la República Dominicana existían 11,402
centros educativos, de los cuales 6,932 son públicos, además de 4,178 privados
y 292 semioficiales.
Según el estudio Los
maestros en República Dominicana: carreras e incentivos (4) “para el año académico 1997-1998, el sistema
educativo dominicano contaba con 50,404 maestros, de los cuales 27,035 trabajan
en escuelas, liceos, centros especiales, escuelas técnico-vocacionales y
educación de adultos del sector público, mientras que 23,369 laboran en
escuelas y colegios privados.
Entre esa fecha y el año 2000—dice el estudio— se contrataron
más de 14,000 profesores. El Plan Decenal de Educación llevó a la capacitación de más de 10,000
maestros, con participación de cuatro universidades, en las áreas de Español,
Matemática, Ciencias Naturales, Estudios Sociales y Formación Pedagógica. También
se fortaleció el sistema de formación y desarrollo del personal directivo,
docente, técnico y administrativo del sector educativo, mediante un amplio
programa de becas que ha beneficiado a 7,500 docentes a nivel técnico y a 2,938
docentes a nivel de licenciatura.
El PDE ha puesto en vigencia un nuevo currículo para todos los
niveles. Se han incorporado áreas que tradicionalmente nunca fueron atendidas,
como idiomas (inglés y francés desde el 5to. Grado de nivel básico), educación
artística, formación integral humana y religiosa y la educación física. Las
autoridades esperan que la implementación de un currículo “abierto,
flexible y participativo, que ha generado nuevas actitudes de
apertura al cambio, a la innovación y al trabajo en equipo” permitirá elevar la
calidad de la educación en la República Dominicana
El
autor de este trabajo considera
que mientras no se establezca un
serio y continuado trabajo de capacitacion de profesores, mejorándoles
paralelamente los sueldos, el resultado educativo será deficiente, cuando no
pésimo, como lo demostróel hecho de que
cientos de educadores queparticiparon
en el Liceo Víctor Estrella Liz, para concursar por directores y otras
posiciones, más de un 20 por ciento fue reprobado, lo que indignó a los
maestros. Por tres días mil 428 maestros fueron evaluados y muchos no pasaron
la prueba por dos puntos. (5)
Sin embargo, no todo es negativo. La
educación oficial ha sido beneficiada con la contratación de cientos de
profesores titulados y la permanente capacitación de los que durante años han
ejercido sin previa titulación.
Los Centros de Excelencia de
Educación Media son las muestras más concretas de la inversión en sector
educación, los cuales se constituyen en los espacios con mayor nivel de impacto
de las Tecnologías de Información y Comunicación (TICs), dentro del sistema
educativo del país.
Entre las innovaciones de los CEM
figuran el acceso a Internet de banda ancha en todas las áreas del centro y su
entorno y dos laboratorios de informático compuestos por 36 modernas
computadoras personales. Además, un carrito tecnológico itinerante, conformado
por 20 modernas computadoras portátiles (laptops) para trasladarlas aula por
aula.
Las aulas disponen de pizarras
digital interactivas, pizarras digitales itinerantes, una para cada piso de
aulas para ser utilizadas por maestros y estudiantes de acuerdo a sus
necesidades y una sala de video-conferencia para el intercambio educativo con
especialistas, maestros y estudiantes nacionales e internacionales.
También cuentan con un salón de
profesores con cinco modernas computadoras para sus trabajos docentes y de
investigación, biblioteca digital, software educativo especializado y una red
de datos privada exclusiva para el área administrativa, con software
especializado para la gestión de centro.
Según la Encuesta Nacional de Fuerza
de Trabajo (ENFT), de abril 2000-octubre 2006, del Banco Central de la
República Dominicana, el país ha duplicado el número de años de escolaridad en
apenas una década. Es notorio, en ese orden, observar los avances del país en
relación al número de años de escolaridad promedio de la población dominicana.
República dominicana, tiene la mayor
cobertura escolar con respecto a otros países latinoamericanos para la
población entre 6 y 18 años de edad, con
un 91%. En los últimos años el país ha alcanzado un 98% de asistencia escolar
en el rango de 6-13 años de edad. De igual modo, al alcanzar los 18 años de
edad, un joven dominicano ha estado inscrito en la escuela un promedio de 11.8
años, una cifra que sólo es supera-da en América Latina por Argentina y Chile,
con 12.1 años de escolaridad, según un estudio (6) realizado por el
expertoUrquiola M. Calderón V.
En el año escolar 2003-2004, la
cobertura del Nivel Inicial (niñas y niños de cinco años) alcanzó el 75.5%,
mientras que en América Latina y el Caribe, para el año 2007, la cobertura neta
para niños y niñas de la misma edad alcanza el 67.3% . Para el año escolar
2006-2007 en nuestro país se alcanza la cobertura total de niños y niñas de
cinco años inscritos en los Centros Educativos.
La cobertura neta del Nivel Básico (6 a 13 años), al 2004 alcanzó 91.7% y al
2007 es de 94.9%. Cobertura bruta alcanza al 2004 107.5% y al 2007 es de
114.2%. La cobertura neta del Nivel
Medio alcanzó al 2004 el 36.5%, y al 2007 es de 47.5%. La cobertura bruta para
el año 2004 alcanzó 61.8% y al 2007 fue de 74.4%.
Para la República Dominicana, dicho estudio señala que la deserción a nivel
básico en el segmento urbano es de 4% y de 2% a nivel rural. La tasa global de
deserción fue de 19% en el segmento urbano, sólo por encima de Perú, Chile y
Bolivia. A nivel rural fue la más baja de América Latina con 28%. En el año
lectivo 2000-2001 la deserción para el nivel básico y medio fue de 6.90%
y de 11.20%, respectivamente; ya en el período 2005-2006 se ubicaba en un 6.40%
para el nivel básico y 8.80% para el nivel medio.
En el caso de la educación rural, en donde los problemas de equidad son más
complejos, para el rango entre 6 y 18 años, el país tiene el nivel de cobertura
más alto de América Latina.
El incremento de la cobertura se ha dado en medio de grandes limitaciones; en
los últimos 36 años el país ha tenido el más rápido crecimiento de América
Latina, pero su gasto en educación ha sido menos de la mitad del gasto regional
y menos de la tercera parte del gasto en educación entre los países insulares
del Caribe. Desde 1970 el gasto anual en educación en la República Dominicana
no ha superado el 3% del PIB.
La participación del sector privado que venía creciendo sistemáticamente en los
años setenta, logrando aproximadamente el 25 % de la población estudiantil en
1995, comienza a declinar hasta un 19% en el 2003. Al 2007 esta participación
estaba situada en el orden del 21.41%.
Desde mediados de los años ochenta, cuando se comenzaron a realizar
evaluaciones, el problema de la calidad del sistema se ha hecho patente. Al
terminar la Educación Media General, muchos jóvenes sólo alcanzan la formación
de 6to. Grado del Nivel Básico.
Los índices de eficiencia del sistema mejoraron notablemente durante los noventa
y se estabilizan en la presente década. Sin embargo, todavía existe una
diferencia importante entre el número de años de inscripción en la escuela y
los años de escolaridad, la cual se explica por los índices de repitencia y
abandono que caracterizan el sistema. Esos índices de repitencia y abandono conducen
a altas tasas de sobre edad y bajas tasas de graduación. En la actualidad se
están aplicando estrategias específicas para superar tal situación.
No obstante, la República Dominicana ocupa un lugar importante respecto a los
demás países de América Latina en cobertura, deserción, sobre edad y repitencia,
entre otros indicadores de eficiencia interna. Son notorios los avances del
país en relación al número de años de escolaridad promedio de la población
dominicana. El número de años de escolaridad promedio de la población mayor de
15 años es de 8 años, según la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo (ENFT),
abril 2000-octubre 2006 Banco Central de la República Dominicana.
—
(3) Portal
del Ministerio de Economía, Planificacion y Desarrollo, Santo Domingo, 3 de
marzo de 2011.
(4) Andrés Dauhajre, hijo y
Jaime Aristy Escuder . Fundación Economía y Desarrollo
(5) Noticias SIM, Santo Domingo, 3 de junio de
2012.
(6) Urquiola M. Calderón V., “Manzanas y Naranjas:
Matrícula y escolaridad en Países de América Latina y el Caribe”. BID-2005.
La salud
Solucionar
los problemas relacionados con la salud en la República Dominicana constituyen
un gran reto para cualquier administración.
Se
construyen hospitales, policlínicas, centros sanitarios y se crean nuevos
departamentos para eficientizar los servicios que se ofrecen a la población,
pero crecen las dificultades para que los ciudadanos pobres reciban las atenciones médicas como se
merecen.
Contamos
con magníficos hospitales públicos con tecnologías de última generación, pero
existe una gran mayoría donde los pacientes tienen que llevar las jerinquillas
en caso de que vayan a ser inyectados, el yeso para utilizarlo entraumatismos, sueros para ser rehidratados e
incluso el hilo para suturar heridas. Esa penosa situación es incompatible con
un sistema moderno de salud, como también es inadmisible que dos pacientes
tengan que compartir una misma cama o esperar en el piso hasta ser atendidos,
como es frecuente en temporadas de asueto o fiestas navideñas, cuando los
hospitales se ven sobrecargados de pacientes heridos o traumatizados por riñas
o accidentes de tránsito.
Según
el Censo Nacional de Población y Vivienda 2010, la población dominicana es de 9
millones378 mil 818 personas.