Buenos Aires, 26 jul (PL) Los juegos de guerra con lanzamiento de
misiles que lleva adelante el Reino Unido en las Islas Malvinas
constituyen una nueva amenaza para toda la región latinoamericana,
advirtió hoy aquí el gobierno argentino.
El ejercicio pone en riesgo la seguridad de todas las naves que se
encuentran en el área, subrayó el Ministerio de Relaciones Exteriores y
Culto en una nota de condena a esta nueva demostración de fuerza.
Estas ilegítimas maniobras, señala el texto, no sólo resultan contrarias
a la Resolución 31/49 de la Asamblea General de la ONU, la cual impone a
Argentina y al Reino Unido la obligación de "abstenerse de adoptar
decisiones unilaterales que innoven sobre la situación imperante en el
Atlántico Sur".
También -agrega- son contrarias a la voluntad de los países de la
región, los que han rechazado dichos ejercicios militares a través de
múltiples pronunciamientos del Mercado Común del Sur (Mercosur), la
Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el Grupo de Río.
La nota considera además condenable la postura británica de desoir el
llamado de la región y persistir en sus conductas de provocación, las
cuales son contrarias a la búsqueda de una solución pacífica al litigio
por la soberanía sobre las islas del Atlántico Sur y sus mares
circundantes.
Argentina viene denunciando reiteradamente ante la ONU y otros
organismos internacionales la creciente militarización del Atlántico Sur
por parte del Reino Unid, que no sólo mantiene allí una situación
colonial, sino que persiste en la realización de innumerables actos
ilegales unilaterales.
En una declaración a propósito de conmemorarse el 10 de junio el "Día de
la Afirmación de los Derechos argentinos sobre las Malvinas, Islas y
Sector Antártico", la cancillería reiteró "con serenidad y firmeza" su
derecho inalienable a ejercer sus derechos soberanos sobre esta porción
austral de su territorio.
Recordó además que en momento alguno, desde su surgimiento como nación
independiente, renunció a su soberanía sobre los territorios australes y
sus espacios marítimos, ni permitió que una potencia, continental o
extra continental, ejerciera actos de jurisdicción sobre los mismos.
El ejercicio claro y pacífico de la soberanía sobre las Malvinas y sus
dependencias lo interrumpió el acto beligerante llevado a cabo por
fuerzas británicas el 3 de enero de 1833, expulsando a las autoridades y
población argentinas y reemplazándolas luego por súbditos británicos,
puntualizó.
rc/mpm