Los atletas olímpicos cada vez hablan más de ello sin pudor. Y es que detrás de los Juegos Olímpicos ocurren otro tipo de encuentros y competencias físicas que algunos califican como las Olimpiadas sexuales. En Londres el Comité Olímpico entregó a los deportistas 150.000 preservativos, un 50% más que en Pekín.
La cifra equivale a 15 condones por atleta para un evento que dura 17 días. Desde Barcelona (1992) se impulsó la idea para prevenir enfermedades como el sida pero el número de preservativos ha ido aumentando al igual que las historias sexuales que se filtran de las villas olímpicas.
"Hay mucho sexo. He visto gente teniendo sexo en público, en los jardines, entre los edificios, casi en cualquier lugar. Los Juegos Olímpicos son una experiencia única y todos quieren llevarse algo y el sexo está incluido", comentó Hope Solo, portera del equipo de fútbol femenino de EE.UU. al canal de deportes ESPN en un especial donde se aborda lo que muchos ya intuían: que la práctica de sexo entre deportistas de élite es habitual e incluso frecuente. (BBC Mundo)
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