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Hoy se celebra el día de los padres, en la República
Dominicana, razones por las cuales, me permito felicitar al Ing. Hipólito Mejía
Domingo, quien es un alto referente como padre para la sociedad dominicana.
De las entrañas profundas del pueblo, se escuchó la voz de
esperanza “Llegó ´Papá”, mas de dos millones de voces se hicieron eco, el
pasado 20 de mayo del 2012.
La sociedad dominicana, llena de entusiasmo y bríos
renovados, asumió su candidatura como un compromiso patriótico, consciente de
la necesidad de un verdadero y autentico cambio, en la conducción de la cosa pública
de nuestro país.
La urdimbre de sectores que funcionan a la sombra del poder,
se convirtieron en un valladar insalvable, porque compraron la miseria
espiritual y política de muchos que fueron tasados, en la subasta política
nacional.
Papá, el país ha sido privado de tu experiencia de estadista
y de hombre de bien, propia de los
grandes repúblicos.
Papá, tu no le convenía a ciertos sectores de poder, cómplice
de indelicadezas administrativas, tipificadas como corrupción de estado, los
cuales temerosos de tu reciedumbre, rectitud y compromiso irrenunciable con el
forjamiento de un gobierno ético, no podían jugársela. Los de siempre se
levantaron y se unieron a los nuevos Judas Iscariote de la política nacional.
Esta gran confabulación no fue contra usted, sino, fue contra
los mejores intereses nacionales, contra los desheredados de la fortuna, que
esperaban un gobierno socialdemócrata, inspirado en los límpidos ideales del
Dr. José Francisco Peña Gómez.
Querido Papa, tu eres el Presidente moral de los dominicanas
y dominicanos, que están conscientes que los gobiernos demócratas son producto
de la mayoría, el Partido Revolucionario Dominicano, PRD, obtuvo una clara y
limpia mayoría electoral, mientras que el PLD, plataforma principal del
candidato opositor, quedó rezagado a un lejano segundo lugar, por lo que puedo
afirmar, sin que sea un tremendismo, que el próximo gobierno, producto de las
malas artes del uso de los recursos del estado, también tiene el lastre de ser
minoritario, aunque la suma forzosa de los aliados, hizo posible que superaran
el dintel del 50 %.
El Presidente saliente, nos deja una republica al borde de un cataclismo;
un final apocalíptico, el diarismo dominicano nos habla de la inminente quiebra
del Sistema de Seguridad Social, además del déficit fiscal que amenaza la
estabilidad económica y financiera del país.
Papá, es innegable que usted es el líder de nuestro partido,
le corresponderá asumir un trabajo opositor, veraz, objetivo, constructivo,
pero sin conciliábulos pecaminosos, como el famoso pacto de las corbatas
azules. En los últimos ocho años del gobierno del PLD, la oposición de la
dirigencia del PRD, fue light.
Muy distinta a la oposición combativa que siempre llevó el
PRD. Sus horizontes Socialdemócratas
están enredados en las patas de la oligarquía que lo conduce, no como un
partido opositor, sino, como un club social.
Papá, hoy no tenemos
un solo Senador de la República, pero, si tenemos “dos voceros en la cámara de
diputado ¡Cuanta irracionalidad!
Un partido que proclama la libertad como elemento esencial de
sus postulados, hoy es prisionero de un Tribunal Superior Electoral del
Gobierno Peledeista. ¡Cuánta miseria política!
Un partido que proclama la política de puertas abiertas para
nuevos militantes, usando gorilas en sus puertas, para evitar que los
perredeistas entren al local. ¡Qué salvajada!
Papá, no lo quiero fastidiar en su día, le deseo muchas
felicidades, y con esa sabiduría de hombre de campo, le solicito, que busque
formulas de advenimientos institucionales, somos mayoría, no habrá posición que
no ganemos a lo interior de los organismos de dirección, además que tengo la
seguridad de que de la próxima convención nacional, resurgirá el Partido
Revolucionario Dominicano, con bríos renovados y su vocación de poder
fortalecida.
El autor, es Miembro
del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Sub Secretario Nacional de Asuntos
Internacionales, y Presidente Fundador de la Seccional del PRD, en Madrid,
España.