Londres, 29 jul (PL) Los domingos son a veces veleidosos por una suerte de sopor que emanan, aunque los golpes de agua y brazadas en la natación olímpica servirían al desperezo, una máxima sin funcionalidad para Latinoamérica hoy.
Historia brillante pero ya en el pasado la del brasileño Thiago Pereira, con la medalla de plata en los 400 metros estilos en una prueba que abrió las puertas al firmamento al norteamericano Ryan Lochte en detrimento del tiburón Michael Phelps (cuarto).
Sin embargo, para el segundo día bajo la ola gigante del techo del Acuatic Centre londinense, el panorama fue más bien sombrío en el caso de los latinoamericanos y sólo una chica del Caribe, la jamaicana Alia Atkinson accedió a semifinales en 100 metros pecho.
Una extensa lista de sueños cercenados en la realidad de un deporte elitista y costoso. En esta cuerda, salieron del ruedo la mexicana María Fernanda González, la colombiana Carolina Colorodado y la brasileña Fabiola Molina en 100 metros espalda.
González, no obstante, y Molina, terminaron en los lugares 23 y 24, con tiempos respectivos de 1,01,28 y 1,01,40 minutos; Colorado fue a parar al 28 con 1,01,61, mientras la hondureña Karen Vilorio se ubicó en el 41 y la uruguaya Inés Remersaro en el 43.
En los heats también se fue de la competencia la otrora ondina de lujo de Francia, Laure Manaudou, quien se había retirado de la natación y decidió tener familia. En un arranque, volvió a las piscinas, consciente de que trataba de una quimera.
Manaudou hizo 1,01,03 minutos y en el peldaño 22, aseguró que volver a sentir la emoción del público en unos Juegos Olímpicos era parte de un deseo personal.
Vine, sobre todo, a hacerlo con decoro y a apoyar a mi hermano Florent, bólido de los 50 libres que tratará de romper el hechizo del coloso brasileño César Cielo.
De lejos, la performance más decorosa de la fecha para el Nuevo Mundo fue de la venezolana Adreina Pinto, quien se hizo del lugar 15 con 4,08,45, en otros años válido para la desaparecida final B en los 400 metros libres.
Su compatriota Cristian Quintero encabezó la terna latinoamericana en los 200 libres, con crono de 1,48,71 y el escaño 22, con el cual no pudo acceder a semifinales. Lo mismo que el paraguayo Benjamin Hockin (1,48,91 y el puesto 26).
En las eliminatorias de los 100 espalda, las cosas fueron a peor. Daniel Orzechowski (Brasil) quedó ubicado en el 28 por su marca de 55,16 segundos, seguido por Omar Pinzón (Colombia) en el 32 con 55,37.
Luego continuaron el cubano Pedro Medel, registro de 55,40 para el sitio 34 y el argentino Federico Grabich, en el 41 y 55,56 segundos.
Por último, en el relevo 4×100 libres, tampoco llegaron a la final Brasil (Nicolás Oliveira, Bruno Fratus, Nicholas Santos y Marcelo Chierighini) con 3,85 y en noveno, y Venezuela (Cristina Quintero, Octavio Alesi, Marcos Lavado y Crox Acuña), el 15 con 10,39.