Santo Domingo, 1 ago (PL) Diputados y funcionarios haitianos continúan hoy visitas a las principales empresas productoras de embutidos de República Dominicana, cuando la importación de esos alimentos de un país al otro está prohibida.
La medida, que trae según el criterio de hombres de negocios grandes pérdidas económicas para Dominicana, se tomó a raíz de las denuncias de la mala elaboración de los embutidos, con sustancias químicas en exceso y hasta estiércol.
Ambas naciones comparten la caribeña isla de La Española, y por su frontera, de 275 kilómetros, se mueven muchos productos para beneficio de los dos pueblos.
El propósito de la delegación haitiana, cuya estancia en este país concluirá mañana, es conocer de cerca el nivel de calidad de la industria cárnica dominicana.
También se quieren programar reuniones en aras de estrechar las relaciones con las autoridades más relevantes del sector.
En el grupo están los diputados Bertrand Sinal y Johnson Dieujuste, respectivos presidentes de las comisiones de Relaciones Exteriores, y Agricultura y Medio Ambiente, y Worms Perrilus, de Relaciones Exteriores.
Hace unos días, el presidente de la Asociación dominicana de Empresas Industriales de Herrera, Wadi Cano, opinó que la defensa del consumidor no debe desembocar en daños al sector productivo.
Advirtió que los efectos del problema podrían ser devastadores para la industria cárnica de su país pues Haití es, junto con Estados Unidos, el principal socio comercial de Dominicana.
Tenemos una pérdida concreta, un precio establecido por el error de divulgar informaciones que pueden tener bases científicas y creíbles, pero que son generalizantes, y eso siempre es dañino, pues pagan justos por pecadores, manifestó Cano.
A su juicio, el problema reviste un mayor nivel de delicadeza si se parte de que las muestras de embutidos que arrojaron resultados negativos pertenecen a negocios informales, sin certificación, ni procesos industriales de calidad.