Los argumentos para justificar que ciertas instancias del Estado no estén bajo el control de la ley de salarios públicos son risibles.
De acuerdo a esa tesis, un funcionario del Banco Central debe ganar un salario extraordinario, porque los ejecutivos de bancos privados lo ganan.
Para ser más explícito, el Superintendente de Bancos debe ganar más que el el presidente de un banco privado, porque es el jefe de todos.
Es como decirnos que la autoridad deviene no de la ley, sino del salario que sea devengado por el funcionario.
De ser válida la tesis, cuando el Policía en la calle detiene a un ciudadano, bastaría con que a al agente delmorden se le pregunte por el sueldo que devenga, sino no supera el del detenido, entonces no deberá actuar, no importa la infracción cometida.
Sólo aporto ese ejemplo, si usted se anima, añada cuantos ejemplos considere, con los cuales se pueda demostrar que la autoridad de un funcionario público no depende del salario, sino de la ley misma, aun su función sea monetariamente simbólica.
Lo que está en discusión, entonces, el concepto de Servidor Público, de si al Estado se va a servir o a servirse.