<b>Hoy
los Haitises, después de un trabajo arduo y costoso ha abierto el paso a la
hermosa Autopista del Nordeste, haciendo posible no solo una comunicación
más rápida, sino la palpación directa de las grandes riquezas que aloja el
valle del Cibao y especialmente la zona del bajo yuna, además, los
extraordinarios recursos naturales y marítimos que son detentadoraslas provincias Duarte, Juan Sánchez Ramírez, María
Trinidad Sánchez y Samanà.</b>
12 DE AGOSTO 2012.-La montaña
de los Haitises es la pared natural que por cientos de años separó a la Región Nordeste de la ciudad de Santo Domingo de Guzmán,
la zona oriental de la hoy provincia de Santo Domingo y de la Región Este del país,
convirtiendo a esta zona en una de la tierra más lejana de las referidas
demarcaciones y la parte Sur de nuestra isla.
Hoy
los Haitises, después de un trabajo arduo y costoso ha abierto el paso a la
hermosa Autopista del Nordeste, haciendo posible no solo una comunicación
más rápida, sino la palpación directa de las grandes riquezas que aloja el
valle del Cibao y especialmente la zona del bajo yuna, además, los
extraordinarios recursos naturales y marítimos que son detentadoraslas provincias Duarte, Juan Sánchez Ramírez, María
Trinidad Sánchez y Samanà.
Cuando se inició la construcción de la autopista, las comunidades rurales y
urbanas de Castillo, Cotui, Villa Riva, Arenoso, Pimentel, Nagua, Sánchez,
Samanà, Cabrera, Rió San Juan, San Francisco de Macorís, entre otras del
Nordeste y el Cibao Central, veían que cada metro que avanzaba la construcción,
así avanzaba el sueño de llegar a la capital en menos de una hora, para así
erradicarlos largos y agotadores viajes
de cuatro y cinco horas que implicaban cruzar la autopista Duarte para
arribar a la Ciudad Santo Domingo, a la parte Oriental de la provincia de Santo
Domingo y a la Región Este.
Pese
a los fecundos y fructíferos que resultaba el referido sueño, el mismo terminó
en una pesadilla, al ser sustituida la
pared de los Haitises inmediatamente concluida la Autopista del Nordeste, por una gran muralla financiera, mediante un
peaje de novecientos pesos que convirtió a la misma en no usable e
intransitable, para los cientos de miles de habitantes de esta región y de
otras regiones del país.
Los habitantes de esta zona del país, no son merecedores de ser sometidos a tan perjudicial
y penosa situación, sobre todo, por ser
la Región Nordeste la que desde lafundación de nuestra república hasta nuestra época, ha aportado sus
recursos mineros y su enorme producción
arrocera, cacaotalera, del coco, su excelente ganadería y estructuras
productivas, junto con sus playas que son la envidia del Caribe, para hacer
posible que nuestra nación se haya podido dotarde sus más importantes vías de
comunicaciones, como resultan los casos del Metro de Santo Domingo, las autopistas
del Coral, del Este, del Sur, Duarte y de las Americas, los diversos
aeropuertos, el Viadom, entre otras.
Las
poblaciones nordestanas necesitan usar su autopista, y para ello, solamente
requieren quese les vea con mayor grado
de justicia y de equidad social,produciendo
a su favor la solidaridad regional y nacional que merecen, a fin de ellas no
continuar viendo la capa asfáltica que atraviesa los Haitises y la
llanura del Yuna-Camù, dentro de una ambiente de soledad y agobio que les
sumerge en una gran frustración.
Odonel Gómez Rojas,
Director Comisión de Ciencia y
Tecnologíadel Consejo Regional de Desarrollo
(CRD).
Ing. Físico, Geofísico,
Sismològo e Industrial,
Empresario y Catedrático
Universitario.
Email: [email protected]. Tel. 809-244.5496