<b>Bajo nuestras leyes, estamos obligados a extraditarlo a Suecia. Es
nuestra intención cumplir esa obligación, confirmó en un comunicado un
portavoz del primer ministro británico, David Cameron.
</b>
Londres, 20 ago (PL) El Reino Unido mantiene hoy su rechazo a conceder
un salvoconducto al fundador del portal alternativo Wikileaks, Julian
Assange, para que salga del país, con motivo de la concesión de asilo
político otorgada por Ecuador.
Bajo nuestras leyes, estamos obligados a extraditarlo a Suecia. Es
nuestra intención cumplir esa obligación, confirmó en un comunicado un
portavoz del primer ministro británico, David Cameron.
En ese sentido, Downing Street aseguró además que continuará las
conversaciones con el Gobierno ecuatoriano para alcanzar una solución
diplomática al caso del fundador de WikiLeaks.
Asilado desde el 19 de junio en la embajada ecuatoriana en Londres, tras
su arresto en diciembre de 2010 por la policía británica, Assange se
opone a su cesión a la nación nórdica por presuntos delitos sexuales,
cargos que el periodista australiano rechaza.
Luego de un largo proceso judicial de unos 18 meses que finalizó en mayo
pasado, la Corte Suprema británica desestimó los argumentos en contra
de la extradición, por lo que después de agotar todas las vías legales,
Assange se refugió en la legación diplomática ecuatoriana.
El pasado jueves, ante el rechazo de Londres, Ecuador concedió asilo
político a Assange al considerar que su vida corre peligro si se le
extradita a Suecia, debido a la amenaza de una posterior deportación a
Estados Unidos, país donde no existen garantías de un juicio justo para
el fundador de Wikileaks, según considera Quito.
Tras denunciar la escasa ayuda jurídica de su natal Australia, el editor
de 41 años teme que su extradición a Suecia finalice en su virtual
traspaso a los Estados Unidos, donde podría enfrentar incluso la pena de
muerte por revelar información confidencial de ese país.
Wikileaks y su fundador están en el punto de mira de Washington y del
Pentágono por la revelación en noviembre de 2010 de unos 25 mil cables
del Departamento de Estado, que pusieron en jaque a la diplomacia
norteamericana.
mem/jha