Creo que está es una magnífica oportunidad para el gobierno socorrer a los pobladores del sur profundo, especialmente los que mal viven en las provincias Independencia y Bahoruco.
Entiendo perfectamente que hay muchas necesidades en todas las provincias, que los habitantes esperan respuestas inmediatas y certeras, pero algunos pueblos registran más problemas que otros.
En otras ocasiones me he referido al tema que voy a exponer y asumo esa postura porque preocupa y duele lo que está ocurriendo en el suroeste.
El legendario lago Enriquillo se ha tragado lentamente las plantaciones agrícolas de esa zona, despojando de paso del sustento diario a los laboriosos hombres y mujeres que ya no encuentran qué hacer para alimentar a la familia.
Viajo con frecuencia por los contornos de estas dos empobrecidas provincias y da pena el panorama que se está viviendo. He acumulado la frase de que “En el Sur, los calderos se levantan tarde en cada hogar”. Es decir, esas familias no pueden encender los fogones ni las estufas (en caso de que las tengan) porque no disponen de recursos para saborear desde temprano una buena comida.
Los hogares de Duvergé, Vengan a Ver, Los Limones, Jimaní, Boca de Cachón, La Descubierta, Poster Río, La Colonia, Cristóbal, Batey 8, Guayabal y Mella son azotados por la miseria, situación que incide en el éxodo de su gente hacia otras provincias.
Igual panorama se evidencia en las comunidades de Bahoruco, tales como Neyba, Galván, Los Ríos, Tamayo y Villa Jaragua y sus nueve distritos municipales. Y de los bateyes, ni hablar. La miseria por esos predios es tétrica.
La penetración sistemática del lago Enriquillo ha empeorado la situación al extremo que sus aguas están destruyendo las carreteras y se han llevado lo único que tiene esa gentepara sobrevivir: la agricultura. No quiero imaginarme lo que pasaría ahora luego del paso de la tormenta Isaac.
Como en todas las zonas fronterizas, allí hay poco desarrollo económico. Por suerte, existe un importante tráfico comercial con Haití, especialmente en Jimaní, donde existe el mercado binacional con la vecina nación.
La producción agropecuaria se limita a cultivos menores tales como Plátanos, Banana, diferentes tipos de rublos y crianza caprina y ovina en pequeña escala, aunque también se produce tomate de tipo industrial y, en la Sierra de Neiba, hay plantaciones importantes decafé. El turismo es muy reducido en la zona y sólo se puede hablar del turismo de montañas, de las visitas a la frontera dominico haitiana.
Se necesita de una agenda especial para esa región, sobre todo crear empleos y asentar a los agricultores en tierras cultivables.
El avance de las aguas del lago Enriquillo obliga a las autoridades a rescatar inmediatamente a los residentes de esas dos provincias del suroeste. Digo esas dos porque son las que más problemas evidencian.
Ahora que la tormenta Isaac ha pasado, dejando algunos daños, es una excelente ocasión para acudir al rescate del suroeste, prestándole un interés exclusivo a las provincias Independencia y Bahoruco.