<b>Las objeciones de algunos círculos a la designación de José
Antonio Rodríguez por no ser un “intelectual” o escritor, me hace pensar en
cuan equivocados están quienes así han reaccionado, pues me hacen pensar que ignoran
que la música es cultura.</b>
Y si la música es cultura, que combina el intelecto, la
creatividad y las habilidades del hombre o mujer, hay que suponer que el
Ministerio de Cultura bien puede ser dirigido por un escritor o lo mismo por un
músico.
Obviamente, se equivocan quienes enarbolan una visión
libresca de la cultura, criterio que ha prevalecido en el Ministerio de Cultura
desde que fue creado, en desmedro de una visión integral que conciba que
cultura es toda creación espiritual y material del ser humano.
La música es cultura viva, que sintoniza con la cotidianidad
de la gente, expresa su sentimiento y retrata sus realidades. Ya se ha
afirmado, sin que se falte a la verdad, que la música es el alma de los
pueblos. Bien es sabido que entre música y literatura existe un maridaje
histórico, de no ser así, no existieran las exquisitas canciones de la que ha
disfrutado la humanidad.
Negar el derecho de un músico aquilatado como José Antonio
Rodríguez a ser Ministro de Cultura, es igual que negar que la música sea
cultura, y de ser cierto esto último, es obvio que estaríamos ante un caso
insólito de círculos intelectuales con una precaria visión y comprensión de los
presupuestos culturales creado por la humanidad.
Por demás, José Antonio Rodríguez es un compositor exquisito,
de elevado contenido lírico y melodías en extremo originales. Ahí están
canciones como “Para quererte”, con la cual Maridalia Hernández ganó el
Festival de Viña del Mar en el 1985, y que contara con la colaboración del
maestro Manuel Tejada. Y la canción “Como un bolero”, una joya de composición,
que en la voz de Sergio Vargas adquiere la categoría de obra maestra en el
genero popular.
Y solo menciono esas dos composiciones del actual Ministro
de Cultura para expresar que este ha sido un artista consagrado, con criterios
definidos sobre lo que es arte, es música de calidad y lo que no lo es. La
mezquindad no debe enseñorearse en medio de una coyuntura para negar el mérito artístico
a una persona que lo ha acumulado con creces.
Con la acertada designación de Rodríguez en el Ministerio de
Cultura por parte del presidente Danilo Medina se reconoce a la música
dominicana, relegada en el ente cultural estatal, pese a su dinamismo y
rentabilidad, incluso.
No se trata ahora de relegar la presencia en ese ministerio
del laborioso talento intelectual, ni dejar de imprimir libros de aquellos que
con ellos aportan a las soluciones nacionales, ni de restar fuerza a la Feria
Internacional del Libro. Se trata de ahora en adelante de darle a una manifestación
cultural como la música y al folklor dominicanos el sitial merecido.
Creo que la gestión José Antonio Rodríguez, como bien lo ha
expresado, debe continuar lo que esta bien en el Ministerio de Cultura,
apoyando a los escritores como se ha hecho, y a la vez, colocar en los planes
la música, el folklore, el teatro y todo cuanto sea cultura.