<font size="2"><b>Roma,
9 de Septiembre 2012.- Desde que en el año 2008 la economía mundial fue
afectada por el estallido de la burbuja inmobiliaria de los Estados Unidos, en
todo el mundo se han perdido 200 -doscientos- millones de puestos de trabajo.</b></font>
A pocos lugares no ha llegado lo que ha sido como una peste planetaria que toca
a pobres y ricos, y a la gente de todas las características étnicas o
culturales.
La crisis también se puede palpar en los 34 millones de seres humanos que cada
año mueren porque les faltan los nutrientes que ingirieron en exceso otros 30
millones de personas que fallecen por enfermedades producto de
sobrealimentación, según los estudios acreditados.
Pero también se dice que además de económica, la Humanidad vive una profunda
crisis social y de valores. De falta de rumbo, de paradigmas. La crisis tiene,
al parecer, orígenes sistémicos, según los filósofos.
En lo referente específicamente a la actividad generadora de bienes y
servicios, estamos viviendo también profundos cambios.
Por ejemplo, la profunda transformación de la actividad fabril que ha acaecido
en los últimos 30 años: producir un automóvil requiere ahora la tercera parte
de las horas de trabajo obrero que se necesitaban en los años del decenio 1980
para entregar aquel vehículo al mercado.
Ha mejorado progresivamente la calidad de los productos manufacturados como
resultado de los avances en los conocimientos científicos y en la evolución de
las técnicas, lo que ha transformado extraordinaramente la capacidad productiva
de la industria.
El cambio en los procesos productivos ha contribuído también a acelerar el
problema social del trabajo y el empleo en la actual crisis económica europea,
mientras el mejoramiento de las condiciones de salud ha alargado la edad media
de vida a los 80 años. Esto representa un aparente obstáculo para los jóvenes
que deben ingresar al mercado laboral.
Se pasan los nuevos aspirantes al empleo toda su vida de niños, adolescentes y
de adultez juvenil estudiando y luego no encuentran cómo cumplir con el deber
de retribuirle a la Sociedad lo que aprendieron ejerciendo también un derecho
digno, como el trabajo, en una sociedad democrática y abierta.
Por el otro lado, la estabilización o el decaimiento poblacional -acompañado
del creciente desempleo- plantea el problema del financiamiento del sistema de
la Seguridad Social. En España, destacaban sus diarios el pasado viernes, por
cada tres personas empleadas hay dos que ya son pensionadas.
Me puse a comparar las cifras, y noté que aproximadamente solo lo que reciben
los pensionados de España equivale al presupuesto general de todos los gastos
del Gobierno Dominicano en un año.
Dicho esto, observemos nuestra realidad, la dominicana, que es igual, similar o
parecida a la de los pueblos antillanos o caribeños y a los centroamericanos, y
en parte comparable con dos o tres segmentos poblacionales de los países de
América del Sur.
Con relación a Europa, las diferencias que tenemos son tan grandes como las
distancias físicas, si bien compartimos el existir en un sistema globalizado de
economía mundial en el cual somos los dominicanos simples objetos, no sujetos
ni protagonistas.
Cuando en nuestra querida y amada Patria se habla de que debemos cambiar el
"modelo" económico de desarrollo siempre hay que tomar en cuenta que
nosotros, dominicanas y dominicanos, ni creamos ni inventamos modelos. O los
importamos, o nos los imponen. Sólo hay que revisar nuestra historia de los
últimos cien años para comprobarlo.
En la actual etapa del proceso de transformación económica mundial somos simples
sobrevivientes.
Todo esto debemos entenderlo para tomar conciencia de los Desafíos que tendrá
que enfrentar el Gobierno del Partido de la Liberación Dominicana y sus Fuerzas
Aliadas que encabeza el compañero Presidente Danilo Medina desde el pasado 16
de Agosto.
Qué Hacer? Se lo preguntaría a sí mismo un gran pensador, y diría que lo
primero es consolidar las fuerzas que hicieron posible el triunfo del pasado 20
de mayo y prepararse paradarle la
cara a lo que viene desde fuera, y así se pueda cumplir con los objetivos del
programa de Gobierno. Del mismo modo se hace frente a los retos de fuerzas internas
que ya se organizan pretendiendo pescar en río revuelto.
Tomar conciencia de la crisis mundial o global no significa pensar que el mundo
se acaba. Las crisis son oportunidades para enfrentar y superar obstáculos al
desarrollo, como lo son el desempleo estructural y el analfabetismo de sectores
de bajos ingresos. Son las crisis coyunturas que al mismo tiempo permiten
activar iniciativas del Gobierno y de empresarios privados para nuevos
proyectos de inversiones que dinamizarán nuestra economía.
Los contactos que realizaron el Presidente Leonel Fernández y el Canciller
Carlos Morales Troncoso en distintos recorridos por importantes naciones
desarrolladas han contribuído en los años posteriores al 2008 a atraer hacia la
República Dominicana numerosos proyectos de inversiones.
Una de las claves o explicaciones a cómo hemos podido sobrevivir en el difícil
entorno internacional desde 2008 ha sido la política exterior ejecutada por el
Gobierno del PLD y sus Fuerzas Aliadas en todo el mundo.
Ahora, su visión de las soluciones a nuestros problemas y nuevas iniciativas de
política exterior han de garantizarle la superación de los nuevos Desafíos
Mundiales al Gobierno que para el período 2012-16 dirige el Presidente Danilo
Medina.
Ciudad del Vaticano, Roma, 9 de Septiembre 2012.