La tipología del delito de cuello blanco no aparece en la cronología de César Lombroso. Sin embargo, debemos
apreciar que esa es una categoría muy especial que goza de impunidad y
protección de parte de los sectores económicos y políticos.</b>
El delincuentes de
cuello blanco es aquel delincuente que viste siempre apropiado, tiene buena
presencia y que sus delitos son difícilmente investigados o encontrados.
Con este tipo de
delincuentes no se garantiza la efectividad de la ley, por la influencia que
este tipo ejerce.
Algunos estudiosos del
Derecho Procesal se hacen las preguntas:
¿Por qué cuando relacionamos
los delitos económicos con los "poderosos" no se garantiza la
automática efectividad de la ley? ¿Por qué la prensa recoge la información
sobre delitos económicos en las secciones de economía o política y no en la
crónica diaria o lo aleja del concepto de "criminalidad peligrosa"?
¿Por qué "delincuente" no puede ser un empresario brillante? ¿Por qué
el tema se considera benevolente y son mejor tratados los ricos de "cuello
blanco" (tanto en el enjuiciamiento como en la persecución o la excepcionalidad)?
¿Por qué la ley se muestra fuerte con el débil y débil con el fuerte? ¿Por qué
tanto el número de procesos y de sentencias condenatorias como la sanción o la
pena son mínimas? ¿Por qué, aunque lentamente se incremente la sensibilización
de la opinión pública, todavía hay una débil conciencia de su gravedad real? ¿Dónde
queda la igualdad que defiende esta "democracia"?
¿Qué ocurre con los
escándalos financieros, las insolvencias fraudulentas o las quiebras punibles?
¿No son ellos mismos los que son engullidos por su propia criatura, por su
propia ambición? Creo sinceramente que estos delitos van más allá de una simple
"irregularidad".
Es posible que no haya
un ataque al disfrute de la propiedad, que no haya violencia directa, es
posible que no sean fácilmente perceptibles tanto el hecho como el daño, pero
el perjuicio económico derivado es demasiado alto, así como la desconfianza de
un pueblo, la pérdida de credibilidad en los dirigentes o la amenaza a la
estabilidad del sistema económico del país.
Corrupción,
malversaciones de dinero público, ganancia ilícita, impago fraudulento, son
conceptos definidos y defendidos interesadamente.
Los juicios de los
delincuentes de cuello blanco terminan siempre dejándolo libre pues por su
influencia, la ley no se aplica como se debiera, ya que por su dinero, puede
quedar libre de cualquier delito que se le inculpe.
La frontera entre lo
lícito y lo ilícito se nubla y su visibilidad disminuye, máxime cuando la
investigación es difícil de llevar a cabo debido a la escasez de denuncias, al
apoyo o corporativismo de otros colegas profesionales, a la posibilidad de
costearse defensores de prestigio, a una policía no preparada, a la dificultad
para recoger pruebas, a la posibilidad de atajar estos problemas mediante acuerdos
amistosos, a la lentitud burocrática de la justicia (es bastante improbable que
los delitos "menores" prescriban) y todo para que el delincuente de
cuello blanco pase por la cárcel un par de horas y luego salga libre de toda
culpa.
Entre nosotros existen
tipos de esa calaña, personas que por su apariencia física y su forma de
comportarse engañan a cualquier persona y así se ponen más cerca de su “blanco”,
que es el robo de dinero.
Los delincuentes de
cuello blanco pueden ser banqueros, comerciantes, políticos, militares,
policías y cualquier persona de fama y dinero.
También los
funcionarios pueden ser delincuentes de cuello blanco, cuando malversan los
fondos de la institución donde se encuentran. Pero lamentablemente, para éstos
la justicia no es igual.
Son personas que desde
sus escritorios, sentados, pueden hacer todo tipo de fechorías e incluso, ser
narcotraficantes o ser lavadores de dinero. Estos delincuentes son los que usan
su apariencia física y sus conocimientos, para robar dinero extraer dinero de
forma fraudulenta de cualquier empresa en la que se encuentren.
Con este pequeño
estudio podemos darnos cuenta que entre nosotros, en nuestro país existen
muchos delincuentes de cuello blanco, los cuales están beneficiados, ya sea por
el dinero, y así la justicia no se cumple, o por las influencias que tiene.
Lamentablemente, se
trata de un cáncer que ha sido difícil de extirpar de la sociedad y al parecer
vivirá con nosotros toda una eternidad.