En los meses por venir, el país se involucrará en la
formulación y presentación de un nuevo presupuesto nacional para el año 2013.
Por esta razón nuestra dirigencia política y social, así como entidades públicas
y privadas y ciudadanos en general nos preparamos a presenciar y visualizar los
debates, discusiones y forcejeos que observamos año tras año en su sometimiento
y aprobación.
Esta situación nos llama a reflexionar para tomar un rumbo que haga posible que el
procedimiento y la metodología que utilicemos para presupuestar se le dote de
los elementos e instrumentos necesarios que nos conduzcan hacia el
desarrollo que anhelamos y urgimos.
Al efecto, como paso fundamental en dichos
propósitos, debemos romper definitivamente con la debilidad y los pobres frutos
que ha arrojado su formulación, al haber dejado exclusivamente su
estructuración en manos de funcionarios que no sólo obedecen a las directrices
del Poder Ejecutivo, sino que también accionan y planifican desde sus
escritorios ubicados en la capital del
país, cumpliendo meros encargos, sin
tener el más mínimo contacto con la población, así como con sus reales
necesidades y prioridades.
Por tanto, debe asumirse el referido accionar, pensando
en el mejor futuro del país, para procurar un Presupuesto Nacional que cumpla su cometido como principal
herramienta de desarrollo, logrando un cambio radical en su formulación por
medio de la creación de un nuevo sistema y de un procedimiento eficaz que permita su correcto diseño e
implementación.
En tal sentido entendemos que estos cambios deben
estar dirigidos a lograr de que, en vez de un Presupuesto vertical, es decir
que viene desde el Ejecutivo hacia el
pueblo, lograr la formulación de un Presupuesto Horizontal, donde el Poder el
Ejecutivo, los demás poderes del Estado y los distintos agentes sociales se aglutinen
para aportar lo mejor de cada cual y crear una pieza importante para el
Desarrollo Nacional.
Concibiendo el Presupuesto de esta manera,
implementaremos y ejecutaremos presupuestos participativos, los cuales,
además de enfrentar con eficacia nuestras debilidades institucionales
permitirán que los principales agentes del desarrollo de nuestra nación
colaboren activamente mediante su inserción dentro de los equipos de trabajo
que formulen y ejecuten este importante instrumento.
Dentro de estos propósitos, también hay que incluir
necesariamente la formulación y ejecución de los Presupuestos de los municipios,
para lograr un adecuado manejo de los recursos que se les asignan a los mismos,
conquistando por medio de la conjunción de esfuerzos, no sólo su saneamiento,
sino que del mismo seno de la sociedad salgan los proyectos y las ideas para
que las provincias avancen, ejecutando obras y proyectos que sean el producto de las reales
prioridades y necesidades de todos sus habitantes.
Si nos proponemos ir por el referido camino,
lograremos Presupuestos Municipales o Nacionales que tendrán resultados muy
positivos, en razón de que todos sin excepción estaremos comprometidos con las
ejecuciones presupuestarias y a la vez estaremos obligados a premiar a las
autoridades que nos ofrezcan la oportunidad de aportar nuestras mejores ideas
para el desarrollo local y nacional,
Las metas y objetivos propuestos, las creemos
factibles y realizables, dados los recursos humanos que tiene el gobierno
central y los gobiernos municipales, los cuales tendrían por soporte los que
están aglutinados en las distintas agrupaciones de la Sociedad Civil, dotado
de una alta calificación técnica, con un
espíritu de servicio probado y con un solo interés: alcanzar el Desarrollo
Sostenible con justicia y paz social.
Finalizamos llamando a la reflexión a fin de que podamos corregir los graves errores que nos perjudican a todos por el
igual, entendiendo, entre otras cosas, que
si continuamos formulando Presupuestos Verticales, impuestos por unos
pocos, la trayectoria hacia el desarrollo será lenta, unas veces avanzando y
otras retrocediendo, dependiendo en muchos casos de la buena suerte o de algún
funcionario bien intencionado que tenga la capacidad para escuchar la voz de la
conciencia nacional.