<b><font size="2">Con su
intervención en el sexagésimo séptimo periodo de sesiones de la Asamblea
General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el presidente Danilo
Medina Sánchez tuvo la valiosa oportunidad de exponer ante el mundo la realidad
de la pobreza que afecta a millones de seres humanos en el planeta, incluida la
República Dominicana.</font></b>
Se
trató de un discurso realista, directo y conciso sobre este drama social que
genera cada vez mayor inquietud entre la población mundial, especialmente en
las naciones subdesarrolladas.
Medina
Sánchez fue directo al plantear que la crisis financiera mundial no fue
ocasionada por los países en vías de desarrollo.
Y de inmediato, sentenció que “esta crisis fue provocada por la falta de
aplicación de regulaciones efectivas en el sistema financiero internacional,
así como por la arrogancia, la codicia y el afán desenfrenado de acumulación de
riquezas”.
Defendió la política de inversión en
la formación de capital humano, citando que los países tercermundistas que han
tenido mejor desempeño y mostrado
menor vulnerabilidad en este contexto de crisis mundial, “han sido aquellos que
comprendieron oportunamente que invertir en la formación de capital humano, en
el mejoramiento de la calidad de vida de sus poblaciones, es el mejor camino
para reducir dicha vulnerabilidad y mantener el crecimiento económico”.
Asimismo observó, que la economía ha de estar al servicio de las personas, no al
revés.
Otra
reflexión importante en la participación del presidente Medina ante los
miembros de la Asamblea General de la ONU, donde intervinieron más de 120 jefes de Estado y de Gobierno de los 193 países integrantes
de ese organismo, fue cuando abordó el tema de la equidad y la sostenibilidad, asegurando que
constituyen requisitos esenciales para asegurar un crecimiento económico
sostenido y sostenible.
Reducción de las Desigualdades
El mandatario dominicano planteó la
importancia de la reducción de las desigualdades sociales en el mundo, cuando
expuso que “en un contexto de
crisis e incertidumbre internacional, necesitamos reducir las desigualdades
sociales nacionales e internacionales, incrementando además la cohesión social
y fortaleciendo la gobernabilidad democrática”.
En ese
marco, Medina formuló un llamado a la comunidad económica mundial para que se
realice una revisión de las ideas sobre el desarrollo que han predominado en el
sistema financiero internacional.
Refiriéndose
al desarrollo dijo que el mismo “implica proteger los sistemas ambientales,
elevar la capacidad productiva de bienes y servicios, y reducir las
desigualdades sociales elevando la calidad de vida de todos y todas,
multiplicando las capacidades y oportunidades”.
Un aspecto central en la participación
del gobernante ante la ONU fue cuando trató el tema relativo a los sistemas de
evaluación del desarrollo de los países por parte de las entidades financieras
internacionales, de los cuales dijo utilizan como indicador alguna medida de la renta o de la
producción nacional expresada en términos per cápita, con el que se identificaba
el estado de bienestar material.
Medina citó en ese contexto, que “nuestro país, la República Dominicana, con base
en este tipo de mediciones, ha sido clasificado en los últimos años, como de
ingreso Medio Alto”.
Y a seguidas, precisó que sin “embargo, más de la tercera parte de nuestra
ciudadanía se mantiene en condiciones de pobreza. Entonces, ¿cómo excluir a
países como los nuestros de la ayuda al desarrollo?”.
Ciertamente,
se trata de un planteamiento valiente y responsable del presidente Danilo Medina
para advertir a la comunidad mundial la desigualdad que se expresa en la
aplicación de las políticas sociales y las ayudas económicas orientadas a las
naciones más empobrecidas del planeta.
Ningún país
de América Latina podrá superar sus dificultades económicas sino dispone de
recursos frescos orientados a los planes de desarrollo, y ello debe ser
entendido por los organismos de financiamientos multilaterales y los gobiernos
de las naciones desarrolladas.
Tal y como
lo expuso Medina en su histórico discurso ante la Asamblea de la ONU, “la
equidad y sostenibilidad son dos caras de una misma moneda con la que debemos
abonar al desarrollo humano”.
Igualmente,
el gobernante defendió la aplicación de iniciativas de desarrollo en los
ámbitos educacionales, de salud, el acceso a puestos de trabajo, un medio
ambiente de convivencia humana digno, seguridad personal y de los bienes, entre
otras, que a su juicio, constituyen elementos esenciales para ampliar las
capacidades y oportunidades de las comunidades más empobrecidas.
La lucha
contra la pobreza en la República Dominicana es prioridad en el programa de gobierno
de Medina, quien esbozó ampliamente esos
planteamientos en su discurso de toma de posesión el 16 de agosto pasado,
cuando anunció que trabajará para sacar de la pobreza a un millón 500 mil
dominicanos y dominicanas.
Así de
sencillo.
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