<b>Este mal rápidamente se extendió a todos nuestros
barrios. Cada uno tenía marcado su territorio con grafitis que sólo ellos
entendían, con sus nombres distintivos; dibujos
que rinden tributos a la sangre y a la muerte, otros pornográficos con los
órganos genitales, y la palabra Satán; en paredes, postes de luz, en cada aula
y baños de nuestras escuelas, tanto públicas como privadas. </b>
Todos luciendo
públicamente su especial atuend collares y pañoletas con colores distintivos,
corte del cabello inapropiado, algunos vestidos de negro completo y largas
cadenas como collares de perros, con una jerga única, Ya no sólo se reunían en
las canchas sino en sus centros educativos, en discotecas, en casas abandonadas
o en construcción, o en aquellos hogares donde algún adolescente vivía solo
porque sus padres aún residían en Nueva York. Bajo algún techo hacían grandes “Parties”
con derroche de alcohol, marihuana y música metálica. Fiestas que terminaban en
una orgia sexual y en un ritual diabólico bebiendo sangre de algún animal. Todo
lo hacían en secreto, nadie lo podía
revelar. A si eran las reglas.
En los últimos años de la década de los 80 llegaron a
la ciudad de Santiago unos jóvenes maestros, importados de las escuelas de
malhechores neoyorquinas, bajo el nombre de LOS LATIN KING, alojándose en las urbanizaciones de los
ricachones de entonces, donde instituyeron sus primeras escuelas, iniciando por los lugares más
frecuentados por niños y adolescentes, la cancha deportiva del barrio. Ahí, con
su organizado y bien elaborado plan estratégico para formar nuevos criminales,
consumidores de marihuana, ladrones y asaltantes, y demás acto delictivito, y como
si fuera poco, adoradores de Satanás,bajo su sutil y atractivo lema: “Amor y Paz”, para cautivar la voluntad
de nuestra población más joven, organizándolos de diez en diez, formaron los
primeros grupos, llamándolos naciones o gangas. Cada grupo tenía su rey y su reina, a los que
todos los demás tenían fielmente que
obedecer, y si no lo hacían eran castigados cruelmente. Hasta con su vida
podían pagar o con la de cualquier pareinte.
Y yo me pregunto – ¿Dónde estaban los padres y las
madres cuándos sus hijos e hijas asistían a estas escuelas? ¿Qué estaban
haciendo los docentes para contrarrestar esta mala enseñanza? Cuando se
enteraban de que algunos de sus alumnos pertenecían a uno de estos gangueros le
cogían miedo, llegando a expulsarlos del centro, entregándoselos a los
delincuentes. ¿Dónde se encontraban nuestras autoridades educativas mientras
esto ocurría?, porque no sólo la ciudad de Santiago fue contaminada sino otras
provincias, especialmente las turísticas. ¿Dónde se encontraba la sociedad
civil, las iglesias cristianas? Sólo la policía hacia lo que pensaba que era lo
correcto, apresar a todo joven que tuviera un atuendo que lo identificara como uno
de estos, que después de darle una paliza los enviaba a su casa. Y esto,
iniciaron su persecución contra estos jóvenes, después de haber muerto varios
de ellos en distintos enfrentamientos, porque cuando dos gangas se encontraban
se enfrentaban a tiros, palos y con cualquier arma blanca o a pedradas. Ninguno podía pisar el territorio
de otro. Dividiéndose de esta manera la ciudad de Santiago como si fuera un
pastel, porque llegaron a formarse decenas de gangas en cada barrio.
Y como si esto fueron un plan en común acuerdo con
algunos poderosos comerciantes avaros y sin escrúpulos, que sólo buscan el cúmulo
de riquezas, quienes aprovecharon al máximo este nuevo modismo entre los
adolescentes, como casi toda la población llamaba a este nuevo fenómeno social,
hacían útiles escolares como apoyo didáctico para estas escuelas de
malhechores: mascotas con portadas resaltando rituales ocultistas, carabelas,
rostros ensangrentados, todo tipo de arma usada por los gangueros; colecciones
de más de quinientas postalitas con los cartones animados de los muñequitos
televisivos, los más famosos de entonces,cargados de toda clase de violencia. Y como si esto fuera poco, en cada
colmado del barrio una máquina traga moneda para interactuar con juegos que
reforzaban el plan estratégico de los maestros criminales o un “Nintendo” en
las casas de los ricos, con videos para tales fines.
Es ahora que estamos cosechando con creses lo que dejamos que en ante nuestros ojos,
estas escuelas de malhechores logran sus objetivos, al vernos arropados hasta
la coronilla por la delincuencia. No podemos transitar por nuestras calles a
ninguna hora ni esparcirnos en nuestras casas libremente, ni tener un negocito
ni muchos menos unos chelitos ahorrados, ni usar ningún tipo de tecnología.
Nuestras vidas son vendidas por unos pesitos. Cualquiera nos la quita por
obtener cualquier porquería, o porque alguien ha pagado a algún matón a sueldo,
ya sea por celos, envidia o por el cobro de cualquier deuda. Y entre estos delincuentes siempre hay un
menor o un adolescente, o un grupo formados por ellos mismos.
Nuestros legisladores y otros sujetos de la sociedad
creen que con aumentar las penas carcelarias de los menores delinquidores se
acabará con este mal. Pues, permítanme decirles que están muy equivocados. Este
mal social sembrado desde hace más de dos décadas, sólo se desarraiga tomando
todos con seriedad, compromiso, entrega y responsabilidad una educación de
calidad en todos nuestros centros educativos, donde los docentes no expulsen de
la escuela ni del colegioa estos menores
con actitudes de malhechores, o por alguna conducta inapropiada. Unos padres y
madres responsables, vigilantes permanentes de sus hijos e hijas, visitando y
colaborando con la escuela. Un sistema educativo con igualdad de oportunidades
para todos, especialmente entre nuestros infantes y adolescentes más pobres.
Funcionarios honestos sirviéndole al pueblo con respeto, siendo los primeros en
dar el ejemplo. Una sociedad unida, donde cada adulto sea el modelo ético a
seguir por nuestros niños y niñas. No es llenando la nación de cárceles
infantiles y de mozalbetes, es guiándolos por el camino que conduce a una
sociedad sana, ética y productiva; y así mientras vida tengan, por este camino
siempre caminarán.
Y por último, quiero cerrar este artículo con las
siguientes preguntas: ¿Se le aplicarán estas últimas penas aprobadas por los
legisladores a los hijos del funcionario que delinque? ¿O al hijo del millonario
o el del que está pegao con algún político?¿O es que sólo irán a la cárcellos hijos e hijas de machepa, como estamos acostumbrados? Toda Ley es elaborada para proteger o castigar a todos
por igual (Art. 39 de la Constitución), a fin de que la sociedad pueda vivir en
libertad y disfrutar la vida con tranquilidad.
Por esto hoy seguimos dando aplausos a otro de la reserva
de funcionarios honestos. Esta vez,a nuestro Procurador General, Francisco
Domínguez Brito, por dar el primer paso, sometiendo a investigacióna los funcionarios corruptos. Toda la ciudadanía
espera que todos los culpables los
manden a la cárcel. Con esta gran acción enviaremos un mensaje a nuestros
menores, sirviéndolescomo ejemplo, que
éste es el lugar donde deben ir los ladrones, y que nuestra Constitución debe ser respetada. Sólo así se iniciaría la reconstrucción deuna nueva sociedad dominicana. Ya es tiempo
que todo el que le roba a los pobres vaya al calabozo.
Y yo me pregunto – ¿Dónde estaban los padres y las
madres cuándos sus hijos e hijas asistían a estas escuelas? ¿Qué estaban
haciendo los docentes para contrarrestar esta mala enseñanza? Cuando se
enteraban de que algunos de sus alumnos pertenecían a uno de estos gangueros le
cogían miedo, llegando a expulsarlos del centro, entregándoselos a los
delincuentes. ¿Dónde se encontraban nuestras autoridades educativas mientras
esto ocurría?, porque no sólo la ciudad de Santiago fue contaminada sino otras
provincias, especialmente las turísticas. ¿Dónde se encontraba la sociedad
civil, las iglesias cristianas? Sólo la policía hacia lo que pensaba que era lo
correcto, apresar a todo joven que tuviera un atuendo que lo identificara como uno
de estos, que después de darle una paliza los enviaba a su casa. Y esto,
iniciaron su persecución contra estos jóvenes, después de haber muerto varios
de ellos en distintos enfrentamientos, porque cuando dos gangas se encontraban
se enfrentaban a tiros, palos y con cualquier arma blanca o a pedradas. Ninguno podía pisar el territorio
de otro. Dividiéndose de esta manera la ciudad de Santiago como si fuera un
pastel, porque llegaron a formarse decenas de gangas en cada barrio.
Y como si esto fueron un plan en común acuerdo con
algunos poderosos comerciantes avaros y sin escrúpulos, que sólo buscan el cúmulo
de riquezas, quienes aprovecharon al máximo este nuevo modismo entre los
adolescentes, como casi toda la población llamaba a este nuevo fenómeno social,
hacían útiles escolares como apoyo didáctico para estas escuelas de
malhechores: mascotas con portadas resaltando rituales ocultistas, carabelas,
rostros ensangrentados, todo tipo de arma usada por los gangueros; colecciones
de más de quinientas postalitas con los cartones animados de los muñequitos
televisivos, los más famosos de entonces,cargados de toda clase de violencia. Y como si esto fuera poco, en cada
colmado del barrio una máquina traga moneda para interactuar con juegos que
reforzaban el plan estratégico de los maestros criminales o un “Nintendo” en
las casas de los ricos, con videos para tales fines.
Es ahora que estamos cosechando con creses lo que dejamos que en ante nuestros ojos,
estas escuelas de malhechores logran sus objetivos, al vernos arropados hasta
la coronilla por la delincuencia. No podemos transitar por nuestras calles a
ninguna hora ni esparcirnos en nuestras casas libremente, ni tener un negocito
ni muchos menos unos chelitos ahorrados, ni usar ningún tipo de tecnología.
Nuestras vidas son vendidas por unos pesitos. Cualquiera nos la quita por
obtener cualquier porquería, o porque alguien ha pagado a algún matón a sueldo,
ya sea por celos, envidia o por el cobro de cualquier deuda. Y entre estos delincuentes siempre hay un
menor o un adolescente, o un grupo formados por ellos mismos.
Nuestros legisladores y otros sujetos de la sociedad
creen que con aumentar las penas carcelarias de los menores delinquidores se
acabará con este mal. Pues, permítanme decirles que están muy equivocados. Este
mal social sembrado desde hace más de dos décadas, sólo se desarraiga tomando
todos con seriedad, compromiso, entrega y responsabilidad una educación de
calidad en todos nuestros centros educativos, donde los docentes no expulsen de
la escuela ni del colegioa estos menores
con actitudes de malhechores, o por alguna conducta inapropiada. Unos padres y
madres responsables, vigilantes permanentes de sus hijos e hijas, visitando y
colaborando con la escuela. Un sistema educativo con igualdad de oportunidades
para todos, especialmente entre nuestros infantes y adolescentes más pobres.
Funcionarios honestos sirviéndole al pueblo con respeto, siendo los primeros en
dar el ejemplo. Una sociedad unida, donde cada adulto sea el modelo ético a
seguir por nuestros niños y niñas. No es llenando la nación de cárceles
infantiles y de mozalbetes, es guiándolos por el camino que conduce a una
sociedad sana, ética y productiva; y así mientras vida tengan, por este camino
siempre caminarán.
Y por último, quiero cerrar este artículo con las
siguientes preguntas: ¿Se le aplicarán estas últimas penas aprobadas por los
legisladores a los hijos del funcionario que delinque? ¿O al hijo del millonario
o el del que está pegao con algún político?¿O es que sólo irán a la cárcellos hijos e hijas de machepa, como estamos acostumbrados? Toda Ley es elaborada para proteger o castigar a todos
por igual (Art. 39 de la Constitución), a fin de que la sociedad pueda vivir en
libertad y disfrutar la vida con tranquilidad.
Por esto hoy seguimos dando aplausos a otro de la reserva
de funcionarios honestos. Esta vez,a nuestro Procurador General, Francisco
Domínguez Brito, por dar el primer paso, sometiendo a investigacióna los funcionarios corruptos. Toda la ciudadanía
espera que todos los culpables los
manden a la cárcel. Con esta gran acción enviaremos un mensaje a nuestros
menores, sirviéndolescomo ejemplo, que
éste es el lugar donde deben ir los ladrones, y que nuestra Constitución debe ser respetada. Sólo así se iniciaría la reconstrucción deuna nueva sociedad dominicana. Ya es tiempo
que todo el que le roba a los pobres vaya al calabozo.