De
una Revolución Demócratica, la posible, lo menos que puede esperarse es un
tratamiento justo para la gran mayoría de Dominicanos y Dominicanas que han ido
quedando rezagados con el pasar de los 50 Años que ya casi han transcurrido
desde que en 1963 fue derrocado el primer esfuerzo serio por hacer de nuestra
Patria una Tierra de Libertad.
El
Golpe de Estado de 1963 frustró un proyecto de nación y Sociedad Abierta
concebido sobre la base de un desarrollo económico sano e independiente de los
recursos del País, pero la desviación mayor del objetivo boschista lo produjo
en más de dos generaciones el efecto de la intervención norteamericana de 1965.
Desde
entonces, hemos estado sometidos a un modelo de explotación y dominación social
que ha excluído y marginado a las grandes masas del Pueblo Dominicano de una
vida digna.
La
alineación y la degradación moral de nuestra sociedad han sido el resultado de
aquel proceso que se inició en 1963, bautizado con sangre desde 1965 y
apadrinado por el darwinismo socioeconómico neoliberal que sin ninguna
criticidad hemos aceptado.
Si
ciertos políticos han dado malos ejemplos de vida, los tomaron y los
aprendieron del sistema de dominación y enajenación que se nos impuso como
consecuencia del aborto histórico de 1963 y 1965.
Ahora
se pretende criticar a todos los políticos, ó a algunos políticos. Pero,
cuidado cuando miramos hacia otros litorales.
No
es verdad tampoco que todo es buen ejemplo en el sector no gubernamental o
"no político".
Los
patrones de consumo y mal comportamiento malignos los han impuesto como modelos
deseables ciertas figuras del "empresariado" que pagan y promueven
hace tiempo la resistencia a la justicia social.
No
hablemos de dispendio público sin mencionar el saqueo de nuestros recursos
naturales y minerales, ni de los fraudes fabulosos bancarios conocidos ni de
los otros fraudes encubiertos, ni de las cuentas de miles y miles de millones
en el exterior y sus activos expatriados, ni del estilo de vida lujoso y
dispendioso de la élite privada que debe sentirse avergonzada ante millones de
seres humanos que han tenido que abandonar sus campos para habitar cinturones
de miseria por el abuso y la injusticia del sistema económico y social que se
le ha impuesto al Pueblo Dominicno.
Es
verdad que necesitamos una profilaxis, pero en todo el Cuerpo Social
Dominicano, y aquellos que se crean limpios, que tiren la primera piedra, como
dijo el Maestro.
Hoy
vive una parte de la Humanidad una crisis social, con manifestaciones económicas
evidentes, y comienza a verse un resquejabramiento de las ideas y supuestos que
han prevalecido en los últimos decenios.
Estas
señales deberían alertarnos a los Dominicanos y Dominicanas. La época presenta
signos de cambios profundos paradigmáticos que se avecinan en todo el mundo.
Echemos
al zafacón de la historia las hipocresías y simulaciones, sin dejarnos
manipular por los oportunistas de siempre, y hagamos conciencia de que estamos
de nuevo, como en 1963, frente al desafío de la justicia social.
Apoyemos
el esfuerzo del Presidente Danilo Medina y del Gobierno del Partido de la
Liberación Dominicana y Sus Fuerzas Aliadas
Roma,
Lunes 8 de Octubre 2012