<p class="MsoNormal">Uno de los problemas mayúsculos de naciones como la nuestra,
donde no impera la ley y en consecuencia la debilidad institucional es muy
marcada, es que nadie se hace responsable de los errores o delitos que se
cometen desde la dirección del Estado.
<p class="MsoNormal">Y nadie asume responsabilidad porque se sabe que tampoco
existen instancias dispuestas a establecer responsabilidades de aquellas prácticas
violatorias a la ley cometidas por funcionarios en el ejercicio de sus
funciones.
<p class="MsoNormal">No es de ahora, esas prácticas se arrastran desde antaño,
pues la ley, sea la sustantiva o las adjetivas, solo existen para aparentar que
vivimos bajo un marco legal, no así para que las mismas sean normas efectivas
de nuestro modo de vida como sociedad y nación.
<p class="MsoNormal">Lo del déficit fiscal en debate sirve para ilustrar lo que
ha sido una cultura en la forma de gobernar en República Dominicana, pues
detrás de ese hecho existe una cadena de conciliábulos que han impuesto un
imperio de impunidad que han erigido en señores a muchos protagonistas no solo
de actos dolosos, sino de crímenes que han sido amparados desde los gobiernos.
<p class="MsoNormal">Hoy, tales prácticas son más visibles porque el foro en el
que se debaten es más amplio, y tiene una inmensidad de protagonistas a los
cuales no resulta fácil silenciar. Pero no es posible corregirlos, porque pese
a los avances y la modernidad de este tiempo, no se ha podido remover la
cultura política, ni evolucionar el atraso político del dominicano, como muchas
veces lo pusiera en evidencia el insigne profesor Juan Bosch.
<p class="MsoNormal">De ahí que será difícil derrotar esa combinación de
políticos mañosos y dominicanos sumidos en el atraso poco interesados ejercitar una ciudadanía
responsable.
<p class="MsoNormal">No se trata de que seamos pesimistas, sino realistas.
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