SANTIAGO RODRIGUEZ.- Luego de un recorrido de más de 400 kilómetros desde el centro de la Capital dominicana hasta la comunidad El Caimito, en la provincia de Santiago Rodríguez, se encuentran las prósperas y modernas instalaciones de Industrias San Miguel del Caribe (ISM), donde se elaboran las marcas de refrescos Kola Real y el agua Cool Heaven.
Aunque el trayecto para llegar allí parece interminable, visitar esta prestigiosa fábrica vale la pena, pues desde las áreas que la circundan hasta la esquina menos vista de sus edificios se caracterizan por su buen cuidado y la higiene, y cuando a esto se le añade el buen trato de su personal, de inmediato se convierte en una experiencia más que agradable.
Filial de la peruana que lleva su mismo nombre y presente desde hace ya 25 años en diversos mercados latinoamericanos, @ISMDominicana como se le conoce en Twitter, tiene ya siete años en República Dominicana, tiempo corto pero suficiente para haberse convertido en una de las empresas líderes del país y de la región, basando su éxito en la calidad integral de cada uno de sus procesos de negocios y de elaboración de sus siete líneas de productos.
Zislo Janampa, representante legal de la empresa, recuerda con alegría el año 2003, cuando la empresa fue invitada por el Gobierno dominicano a participar de la Ley 28/01 ) que crea una Zona Especial de Desarrollo Fronterizo, y él formó parte de aquella comisión que recorrió durante cinco meses las provincias fronterizas de país, así como de la Línea Noroeste, buscando el espacio más factible para establecerse, y encontrándolo precisamente en la última comunidad que visitaron: El Caimito, Santiago Rodríguez.
FACTIBILIDAD
Aunque las condiciones no eran óptimas por la inexistencia de una infraestructura vial y de telecomunicaciones adecuadas, así como de los pobres o inexistentes servicios públicos de la región, ISM decide instalarse en esa hasta entonces pequeña comunidad de agricultores, iniciando una historia de cambios y desarrollo de sus pobladores, y de establecimiento de una marca de refrescos totalmente desconocida.
En la actualidad, ISM Dominicana es la única empresa, en República Dominicana, con la triple certificación, ISO 9001, ISO 14001 y OSHAS 18001, otorgada por la internacional Bureau Veritas, pero la obtención de esas certificaciones no fue a través del sombrero de un mago, sino de completos procesos industriales y comerciales en los que la eficiencia, la calidad de los productos y del servicio fueron (y son) un estandarte diario.
Desde el proceso de construcción de la fábrica, hasta aquellos en los que se buscó la empleomanía calificada constituyó todo un reto para la gente de ISM, y es que por la lejanía de la fábrica y las dificultades que se tenían que sortear para llegar hasta allí, significaron momentos realmente escabrosos.
Con orgullo Janampa expresa que todo ese esfuerzo y sacrificios iniciados hace siete años han valido la pena, y según él mismo afirma, esto es premiado día a día con la preferencia de miles de dominicanos que les han otorgado el 42.3% de la participación del mercado de refrescos.
El ejecutivo manifestó que cuando la fábrica inició contaban con menos de 200 colaboradores, y en la actualidad ISM genera 1475 empleos directos y 11 mil indirectos, impactado en el sustento económico de alrededor de 35 mil familias dominicanas que participan en sus operaciones diarias, lo que se tradujo además, en el 2011, en gastos de parte de estos empleados de unos RD$345,887,125.00 en adquisición de bienes y servicios en la economía nacional aproximadamente, y en RD$1,056,772,493.00 aproximadamente en los últimos tres años y medio.
TRANSFORMACIONES
ISM llevó a Santiago Rodríguez una nueva cultura de trabajo, un nuevo punto de vista hacia el progreso, y de acuerdo con Janampa, es precisamente esa apertura que tuvieron todos esos empleados a las numerosas exigencias de la empresa, lo que los llevó en estos siete años a alcanzar el sitial preferencial que tienen en el mercado dominicano.
Janampa resaltó que ISM llevó sus marcas de refrescos y agua a los más lejanos rincones del país, teniendo hasta ahora nueve mil 905 depósitos de distribución en 10 provincias. Esta labor titánica de distribución de la marca hace lógico entonces el crecimiento de la marca, y su calidad y delicioso sabor es la mejor carta de garantía que tiene la empresa para asegurarse la preferencia en más del 42% del mercado.
Poder observar cómo ha cambiado la comunidad de El Caimito y la provincia Santiago Rodríguez en estos últimos siete años es toda una satisfacción para Janampa, quien echó raíces en estas tierras formando una hermosa familia con una dominicana.
“Cuando llegué aquí en el pueblo solo había un restaurante, y aquí en la comunidad apenas se recibían dos horas de energía eléctrica. Si vas ahora al pueblo podrás ver su dinamismo económico y lo orgullosos que se sienten, porque Kola Real dejó de ser una marca nuestra, es una marca de ellos”, expresó Janampa.
Hace apenas unas semanas ISM dominicana hizo entrega formal del sistema eléctrico de la comunidad donde está establecida, con una inversión de más de 47 millones de pesos, hecho que fue recibido con algarabía en el sector.
PROGRESO
En ISM están comprometidos con el desarrollo profesional de cada uno de nuestros colaboradores, es así que realizan distintas capacitaciones, ya sean éstas nacionales o internacionales, como actualmente sucede con un equipo de vendedores dominicanos, que están intercambiando experiencia en su nueva planta, en el mercado brasileño.
El modelo de negocio de esta compañía es crecer junto a sus colaboradores y la comunidad, por ello desde nuestros inicios han instalado sus plantas en comunidades emergentes.
Para ISM el hecho de estar en la frontera tiene muchos retos y cuantiosos costos adicionales. Cada uno de sus camiones de distribución recorre más de 488 kilómetros diarios para poder repartir sus productos, hasta los más apartados pueblos de República Dominicana.
ISM es una empresa comprometida con el desarrollo del país, muestra de ello es que a pesar de estar exonerados por la ley 28/01, el pago del ITBIS, desde el año 2006 han pagado más de dos mil millones pesos, ayudando a regularizar el sector, y en el mayor de los casos, asumiendo directamente el impuesto, debido a la naturaleza informal de sus distribuidores (los colmaderos), suma que estamos seguros ha contribuido al desarrollo de este querido país.