Ginebra, 18 oct (PL) El Grupo de Trabajo de la ONU sobre Discriminación de las Mujeres en la Ley y en la Práctica denunció hoy que el adulterio continúa siendo un crimen fuertemente castigado en muchos países.
En un comunicado difundido al término de la quinta sesión de actividades de la agrupación, su presidenta, Kamala Chandrakirana, criticó que en casos extremos el adulterio es penado con la muerte por ahorcamiento o la lapidación.
De acuerdo con algunas tradiciones, costumbres y sistemas legales, el adulterio pueda constituir una ofensa civil con consecuencias en casos de divorcio o custodia infantil, señala el documento.
Sin embargo, Chandrakirana rechazó "que sea considerado un crimen, castigable con multas, privación de libertad, azotes o la aplicación de la pena capital mediante lapidación y ahorcamiento", y consideró que la desproporción de la pena tiene el elemento añadido de discriminación femenina.
Manifestó que muchas veces los Códigos Penales no tratan a las mujeres y a los hombres de manera equitativa y establecen castigos más duros contra las féminas, además de dar al testimonio de ellas la mitad del valor que al de los hombres.
La política de los Grupos de Trabajo de la ONU es no apuntar de manera concreta a ningún país, pero fuentes diplomáticas señalaron a seis estados con duros castigos para el adulteri Arabia Saudita, Yemen, Sudán, Pakistán, Irán y Mali.
En otros países asiáticos puede suponer pena de cárcel, mientras que en la legislación de algunos Estados norteamericanos, como Michigan, Maryland, Nueva York, Wisconsin y Carolina del Sur, aunque raramente se abren procedimientos penales al respecto, aún figura como un delito.
En sentido contrario, el Grupo de Trabajo destacó los pasos positivos dados por Guatemala y Uganda en los últimos tiempos para retirar de su legislación el adulterio como delito.
Los expertos de la ONU expresaron que la criminalización de las relaciones sexuales consentidas entre adultos es una violación de su derecho a la privacidad y una contravención del Convenio Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos.
Remarcaron que mantener estas leyes, tanto para las mujeres como para los hombres, supone en la práctica que ellas se vean en una situación de "extrema vulnerabilidad, violación de su derecho humano a la dignidad y falta de privacidad e igualdad".lac/mar