<b>Alarma lo que está ocurriendo con la niñez. A diario
leemos reportes de niños profanados sexualmente por adultos. Los abusos contra
este segmento de la población han sido repudiados constantemente por organismos
internacionales,movimientos de la
sociedad civil y las instituciones sin fines de lucro a nivel mundial.</b>
No sólo son explotados de diferentes formas, sino
maltratados físicamente a base de golpes, abandonados a su suerte en las calles
y enviados a las calles a hacer el papel de limosneros para beneficio de los
padres irresponsables y de particulares.
Además, los niños son alquilados, vendidos, al mejor
postor y utilizados como actores en el mercado de la pornografía, práctica en
la que están involucrados dominicanos y extranjeros, como se ha demostrado en
el terreno de la justicia.
Ahora, la moda es violarlos sexualmente.
Recientemente leímos sobre estos hechos ocurridos en distintos puntos del país.
Algunas de esas violaciones, los protagonistas son nacionales haitianos que han
invadido la intimidad de niñas de amigas y compañeras sentimentales de su misma
raza.
Una infanta de apenas de cuatro meses de nacida fue
violada por un haitiano, luego otra menor de ocho años y después un niño de diez.
Esos casos ocurrieron en Neyba, Villa Mella y la provincia Monte Plata. También
hay dominicanos vinculados a esa abominable práctica.
Los hechos citados, son una breve antología de los
tantos abusos que se han denunciado en el país. ¿Por qué los niños? Los
psiquiatras, psicólogos y demás profesionales que examinan los comportamientos
humanos tienen una respuesta a esa interrogante.
En ocasiones, los maniáticos (entre los que se citan
tíos, abuelos, y otros parientes) violan, matan y sepultan los cuerpecitos de
los niños ya profanados y lo han hecho por celo o venganza sentimentales al ser
desbaratadas las relaciones de pareja. Existen varias evidencias al respecto.
El artículo 347 del Código Penal establece
sancionespara los casos de abandono,
abusos y maltrato a los niños, niñas y adolescentes. Otros sancionan las
violaciones de ese tipo.
El artículo 351, párrafo II, es claro en el tipo de
sanción que deben aplicarse. Para interés de nuestros lectores y para que se
tenga una idea de la rigidez de nuestras leyes (aunque no se apliquen), veamos
lo que señala esta normativa:
“El padre, la madre o las personas que tienen a su
cargo cualquier niño, niña o adolescente, que por acción u omisión y de manera
intencional, causen a niñas, niños y adolescentes, daño físico, mental o
emocional; cuando se cometa o se permita que otros cometan abuso sexual; cuando
se utilice o se permita que utilicen niños, niñas y adolescentes en la práctica
de la mendicidad, de la pornografía o la prostitución; cuando se empleen en
trabajos prohibidoso contrario a la
moral o que ponga en peligro su vida, su salud o su integridad física, cuando
no se los suministre alimentos, ropas, habitación, educación o cuidados en su
salud, cuando existan medios económicos para hacerlo o cuando por negligencia
no se disponga de los medios adecuados”, se consideran culpables de abandono y
maltratos, y por tanto conlleva a penas de prisión y multa.
Creo que ha llegado la hora de frenar esas
violaciones, esos homicidios, maltratados y abandono a los niños, sin importar
el origen o raza. Los violadores deben ser castigados con severidad, como manda
la ley, mientras abogamos para que los padres o tutores sean más responsables y
sepan en manos de quién ponen al cuidado de sus hijos.
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