Hacia 1999,
la licencia Altagracia Paulino, tuvo, junto a un reducido grupo de amigos y de
amigas, la brillante idea de fundar una organización que tenía por objeto
luchar por la instauración de los derechos del consumidor en la República
Dominicana.
Emprendida
la lucha nos dimos cuenta de que el primer paso era conseguir que el Congreso
Nacional votara una ley actualizada sobre derecho de consumo pues la entonces
vigente ley 13 de economía popular era un remilgo del gobierno de Bosch de 1963
y su Constitución.
Esa lucha
dio fruto cinco años después en 2005, cuando el Congreso votó la Ley No.
358-05.
De
inmediato, el paso siguiente, consistió en luchar por la creación del Instituto
de Protección de los Derechos del Consumidor –Pro Consumidor-; Lucha que
culminó en el año de 2007 con la creación de Pro Consumidor. Pero muy pronto
los agiotistas los especuladores, los de la cultura del engaño, plantearon que
la ley 358-05 era una ley inconstitucional y, resulta que bajo el entonces
vigente Estado liberal, lo era.
Entonces La
señora Altagracia Paulino se avoco a luchar por constitucionalizar los derechos
del consumidor, objetivo que fue obtenido en 2010, cuando logramos con
Altagracia Paulino a la cabeza, y la comprensión del legislador constituyente,
que se incluyera en el artículo 53 de la misma, los derechos del consumidor, lo
cual significa que en el caso del Derecho Positivo dominicano, los derechos del
consumidor tienen rango constitucional.
Pero la constitucionalización
de los derechos del Consumidor o usuario no ha significado que los agiotistas,
que los especuladores, que los enemigos de la economía popular, hayan cesado en
su empeño de hacer abortar a Pro Consumidor como a los derechos que defiende;
pero se han encontrado, además de la Constitución y las leyes, con la roca
moral que lleva por nombre Altagracia Paulino, no han valido presiones, no han
valido quejas, no han valido cabildeos, trapisondas, difamaciones, mentiras ni zancadillas.
Pues Altagracia Paulino sigue siendo el modelo moral de lo que debería ser el
Norte de todos los funcionarios públicos de la nación.
Por eso,
ahora la lucha debe estar orientada hacia la instauración de una cultura
jurídica sobre derecho de consumo, en la cual, sea el pueblo quien se empodere
de Ella.
Es por esta
razón que nos encontramos aquí en la tarde de hoy, para decir al país, para
decir al mundo, que el pueblo dominicano desea que todos sus funcionarios y
funcionarias, sean como Altagracia Paulino, que los derechos del consumidor
como todo derecho libertario, no tiene efecto retroactivo, que ha llegado para
quedarse y convertirse en cultura popular, pues es bueno que los especuladores,
los egoístas, los agiotistas, sepan que Altagracia Paulino, no está sola, tiene
una Constitución y tiene al pueblo dominicano tras de sí, procurando adquirir
una cultura sobre derecho de consumo que haga inútil todo intento de los
poderosos por continuar engañando a la gente. Por eso, un gran aplauso para
Altagracia Paulino. Pues ahora su labor y la de todos nosotros, consiste en
trabajar para que el pueblo adquiera una cultura estable sobre derecho de
consumo capaz de vencer la apatía de la individualista, y a la vez sufrida
clase media, como de las clases populares. DLH-21-10-2012