<b>Los pendejos
ya sabemos quiénes crearon el déficits de 187 mil millones de pesos que
encontró Danilo Medina cuando llegó al Palacio Nacional. Sabemos, más allá de
toda duda, que el principal responsable es Leonel Fernández. Le siguen
ministros, generales, obispos, embajadores, cinco o seis periodistas, cinco o
seis ingenieros, cinco o seis contratistas de obras del Estado, dos o tres
importadores, legisladores y generales. (Y algunas amantes de mal gusto)</b>
Antes de
condenar al pueblo con una reforma tributaria, Danilo Medina, que no está
exento de responsabilidad porque su candidatura costó más de 50 mil millones de
pesos, debería aplicar el artículo 146 de la Constitución de la República
parida por su partido y su gobierno, que “condena
toda forma de corrupción en los órganos del Estado”.
Y que en su
numerar uno señala: “Será sancionada con
las penas que la ley determine, toda persona que sustraiga fondos públicos o
que prevaliéndose de sus posiciones dentro de los órganos y organismos del
Estado, sus dependencias o instituciones autónomas, obtenga para sí o para
terceros provecho económico”
El numeral
dos agrega: “De igual forma será
sancionada la persona que proporcione ventaja a sus asociados, familiares,
allegados, amigos o relacionados”.
En vez de
castigar el pueblo con una sexta reforma que empobrecerá más a los pobres y
reducirá la calidad de vida de la clase media, Danilo, para hacer lo que nunca
se ha hecho en el país, debe pedirle a sus compañeros de partido, incluyendo a
Leonel Fernández, explicar la procedencia de sus fortunas. (Los pendejos
sabemos que la mayoría de los políticos que hoy exhiben riquezas
extraordinarias, hace apenas unos años eran “unos muertos de hambre” que no
tenían “ni con qué caerse muertos”)
Y así lo
ordena la Constitución, en el artículo 146, numeral tres: “Es obligatoria, de acuerdo con lo dispuesto por la ley, la
declaración jurada de bienes, de las y los funcionarios públicos, a quienes
corresponde siempre probar el origen de sus bienes, antes y después de haber
finalizado sus funciones o a requerimiento de la autoridad competente”.
Lo dice la
Constitución, insist los funcionarios “siempre
deben probar el origen de sus bienes”. ¿Por qué el Ministerio Público, que es “la autoridad competente”, no le ha
pedido a los culpables del déficits que expliquen el “origen de sus bienes”? ¿Por qué Danilo no hace cumplir la
Constitución que juró, “cumplir y hacer
cumplir”, ordenándole al Procurador General de la República exigirle a
todos los que manejaron recursos públicos en el Estado explicar el origen de
sus fortunas como manda la Ley?
En su
discurso de toma de posesión Danilo dijo convocar al pueblo “para que luchemos por cosas muy concretas”,
entre las que citó “construir un país
ético y transparente, basado en la meritocracia y en el combate implacable y
vigoroso, a todas las formas de impunidad”. Se desdice cuando protege a los
que se robaron o malgastaron 187 mil millones de pesos del presupuesto de la
nación.
Danilo
prometió solemnemente ser “amoroso con
los buenos, los honestos y los humildes”. Igualmente “implacable con los deshonestos, los oportunistas, y los soberbios”.
Pero está haciendo justamente lo contrario. Está castigando a los buenos, los
honestos y los humildes, para proteger a los deshonestos y los oportunistas que
se enriquecieron ilícitamente con el dinero del pueblo. Para los honestos, más
impuestos; para los deshonestos impunidad y protección. Los pendejos debemos pedir
que el gobierno haga cumplir la Constitución de la República. ¡Eso nada más!
Cuando
asumió la presidencia de la República Danilo pidió ser juzgado por sus hechos.
¡Eso justamente es lo que haré durante todo
su mandato!