<b>Por donde arrazó el huracán Sandy, el presidente Barack Obama logró arrazar a su rival republicano Mitt Romney. En Nueva York, Obama obtuvo el 59% de los votos, mientras que su rival consugió el 39,5 por ciento. </b>
En el vecino Nueva Jersey, el mandatario recibió el 58,4% y el republicano, el 40,6 por ciento. Y en Connecticut, el mandatario consiguió el 55,2%, mientras que su rival cosechó el 43,6 por ciento. Fue un triunfo aplastante.
La clave fue la actitud del gobernante, de ponerse al frente del asunto una vez se advirtió la amenaza del huracán que antes había azotado la región del Caribe, en especial a Haití, Jamaica, Cuba, Las Bahamas y República Dominicana.
No sólo es la primera vez que un presidente es reelecto en medio de una frágil situación económica, sino que lo hizo tras el pasó de una inédita megatormenta que devastó varias zonas de la costa Este.
Obama suspendió durante tres días la intensa campaña electoral para centrarse en la coordinación de la respuesta a la devastación que causó Sandy en la costa este del país, ejerciendo un papel de comandante en jefe que le dio un impulso inesperado de cara a la cita en las urnas.
Por su parte, Mitt Romney
quedó en una encrucijada: no podía hacer política frente al desastre
causado por Sandy y, a su vez, se contradij mientras durante las
elecciones primarias aseguró que la ayuda gubernamental por desastres es
“inmoral”, tras el pasó de Sandy cambió de opinión.
No obstante, Sandy no fue el único factor de la victoria de Obama en Nueva York, New Jersey y Connecticut. La economía también estuvo en la mente del público. Tres quintas partes de los neoyorquinos dijeron en una reciente encuesta que es el asunto más importante que enfrenta el país.
También estuvieron presentes los temas sociales delicados, como el aborto o el matrimonio entre los homosexuales, que hace un año volvieron a ser legales en Nueva York.
7 de noviembre 2012