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La Policía
Nacional, desde su fundación el 2 de marzo de 1936, mediante el decreto 1523,
en plena dictadura trujillista, ha servido para defender, a sangre y fuego, a
los sectores que han gobernado el país. Esa Policía ha sido el sostén, a
fuerzan de acero y plomo, de sanguinarias
dictaduras, gobiernos de facto surgidos de procesos electorales
fraudulentos, etc.</b>
En más de 76
años la Policía ha defendido los peores intereses nacionales, al igual que las
Fuerzas Armadas, que de gloriosas no tienen nada. Exceptuando el sector que conspiró
contra los que propiciaron el golpe de Estado a Juan Bosch y que luego, en 965,
empuñó las armas para defender la soberanía nacional contra las tropas
estadounidenses.
Desde su
creación en 1936, lo que algunos historiadores llaman “noveno sistema policial”
en el país, la policía ha estado encabezada, salvo raras excepciones, por
fascistas, trogloditas, que han visto al ciudadano como un enemigo al que deben
encarcelar, torturar, y si es preciso, asesinar.
La Policía
dominicana tiene un carácter militar. Su uniforme gris tiene un contenido
ideológico, al igual que sus edificaciones. Para el policía “el civil no es
gente”. Claro, el civil pobre, el civil de abajo, el civil marginado, el civil
que no tiene acceso a la fortuna.
Desde hace
más de 76 años la policía le está dando “pa’ bajo” a los de abajo; es decir, a
los pobres, a los que se ven obligados reclamar su derecho a una mejor vida.
¿Qué hizo la
Policía durante la dictadura de Trujillo? ¡Darle “pa’ bajo” a los opositores al
régimen junto con las Fuerzas Armadas y los organismos de seguridad del
dictador!
¿Qué hizo la
Policía después de la muerte del tirano? ¡Junto a los guardias perseguir,
apresar, torturar y asesinar a los héroes del 30 de Mayo!
¿Qué hizo la
Policía, antes, durante y después del golpe de Estado contra Bosch? Estar del
lado de lo peor. Siempre ha sido de ese modo. Durante los gobiernos de
Balaguer, la Policía fue un puntal reprimiendo, persiguiendo, apresando,
torturando y matando a ex combatientes
constitucionalistas. (¿Quién mato a Sagrario Díaz? ¡La maldita Policía!,
Gritaban los estudiantes de la mil veces intervenida y violada Universidad Autónoma de Santo Domingo.
La Policía
es una fuerza de choque. Forma parte de la superestructura del Estado para
reprimir y defender a los de arriba, a los que gobiernan, a los dueños del país.
Cuando las
bestias del congreso piden al jefe de la Policía que le “de pa’ bajo” a los
delincuentes de abajo, no a los de arriba, no están pidiendo nada nuevo. Eso es
justamente lo que hace la Policía todos los días desde hace años. ¡Pregúntenle
al ex jefe policial Guillermo Fermín o a cualquier otro!
Cuando los “analfabestias” del Congreso claman
por los asesinatos extrajudiciales lejos de la prensa, tampoco están siendo
novedosos. Eso procura hacer siempre la Policía.
Un informe
de Amnistía Internacional sobre las muertes extrajudiciales a manos de la Policía
arroja cifras escalofriantes. La República Dominicana tiene una de las
instituciones policiales más corruptas y más criminales del mundo. ¡Las cifras
son aterradoras!
Aunque el
Congreso tiene “honorables”, pocos, pero los tiene, no pocos legisladores
merecen que el pueblo un día cualquiera,
le dé “pa’ bajo” por no oponerse al contrato leonino de la Barrik Gold, por
beneficiarse del barrilito y del cofrecito. Los “analfabestias” del Congreso que piden a la Policía matar a los
delincuentes de abajo, no pidieron muerte para los capos de la drogas asociados
al gobierno, ni para los responsables del déficit fiscal que ronda los 200 mil
millones de pesos. Las bestias del Congreso no pidieron, ni piden, que a los
corruptos, responsable de la pobreza de
millones de dominicanos, la policía le dé “pa’ bajo”, como merecen.