<b>El Tribunal Superior
Electoral, quizás sin proponérselo, haemitido un fallo muy interesante no sólo por la sabiduría que entraña,
sino por la época que vivimos ahora. </b>
Probablemente sin
proponérselo, el TSE tomó una decisión que en estos momentos debe convencer al
Partido Revolucionario Dominicano de la necesidad y la urgencia de su
reconciliación.
El TSE declaró nulo el
intento del grupo de Miguel Vargas Maldonado de un juicio disciplinario al ex presidente
Hipólito Mejía por improcedente, mal fundados y carentes de sustento legal.
El ingeniero Miguel Vargas
Maldonado es un hombre nacido y criado políticamente dentro delPRD y el ingeniero Hipólito Mejía,
procedente del PRSC, coronan ahora –como nunca- el liderazgo del PRD.
Ambos líderes han
entronizado en el partido de Peña Gómez –que no de Bosch- una batalla campal
por el control del mismo y la nominación presidencial del 2016.
El peso de esas dos terríficas
ruedas de molino promete convertir en polvo a todo elemento que se le oponga y
nadie juega a ser triturado Si una piedra comienza a andar por un lado, la otra
como movimiento de reacción también lo hace del otro, se trata de una acción y una
reacción.
Y mientras ese trágico
conjuro se eterniza ninguna de las dos piedrasse impondrá por si sola. Están condenadas a operar en ciclos
opuestos dentro de la misma estructura…pero trabadas…no sale harina de allí.
Por eso consideramos que la
sentencia del jueves del TSE pudiera ser, o debe ser, el toque que advierta a
las dos piedras que tienen que evolucionar hacia un proceso de acción constructiva
sin que ninguna tenga la fuerza necesaria para destruir a la otra…si cooperan
habrá harina.
La dialéctica funciona en
sentido contrario dentro del PRD y eso sólo conduce a la disfunción, porque el
camino actual solo tiene como porvenir el desagarre y el autoaniquilamiento.
Así como el presidente
norteamericano Barak Obama reclama a la cámara de representantes de su país,
controlada por los republicanos, que piense en los peligros de una disfunción
del Estado, así debe alguien apelar a Miguelito y a Hipólito que comprendan que
ese gran pueblo integrado dentro del PRD carece de la facultad de operar cada uno
por su lado.
Si no son los dos juntos, no
será ninguno a menos que alguno de ellos tire la capa y deje el ruedo, pero
como no hay visos de que algo así pueda ocurrir es obvio –se cae de la mata-
entender que deben llegar a un acuerdo.
Es lo que le debe hacer
pensar el fallo del TSE dándole a Hipólito la oportunidad de entender que no
existe tal conjura entre Leonel Fernández y Miguel Vargas para perjudicarlo.
El TSE ha pretendido
demostrar que es autónomo, que no obedece a mandatos ni siquiera de quien lo
hizo todo para que estén allí y que sus decisiones responden de manera cierta a
sus convicciones e imparcialidad.
Sería una ventura que
Hipólitoentienda y deje de
insultar y calificar con los peores epítetos a quienes no se someten a sus
intereses y aspiraciones. Un hombre de tanta edad debe pensar en la heredad y
no en darle rienda suelta a sus emociones. Ese, lógicamente, no es el camino.
Por su parte, Miguel Vargas
también debe aprender que sus emociones personales deben quedarse en el recinto
de su hogar, que el escenario político no es el lugar apropiado para cobrar
venganzas a lo que él pudiera calificar como “traición”, pero que los demás no lo ven de esa
manera tan drástica e incluso a veces debe hacerse como “el que no ha oído o
comprendido”.
Los viejos nos decían cuando
observaban ciertos impulsos propios de la juventud, que la emoción no lo es
todo; que debemos aprender a “coger y dejar”. Era una enseñanza para que
fuésemos “pragmáticos”.
Porque si Hipólito proclamó
en su oportunidad que “Miguel Vargas no está en mi line-up”, no puede pretender
ahora que perdió porqueno jugó.
Ningún jugador fuera del “line up” puede ni fildear ni batear. Sencillamente
está fuera de juego.
Es verdad que Miguelito
proclamó que“no se iba a subir a
la patana”, lo que dejó en claro que no le daría la ayuda de su presencia a la
campaña de Hipólito y eso debe haberle dolido mucho al “Guapo de Gurabo” y a su
ejército de áulicos.
Pero el hecho cierto es que
el TSE , con su decisión del jueves, le ha dado una muy buena oportunidad a una
parte y a la otra para limar sus asperezas y definir un mejor propósito
conjunto con miras el 2,016.
Todo queda de parte de los
dos; de entender o no. De ahora en adelante esta navidad debe significar un
“nuevo amanecer” para el PRD. Que lo aproveche o no es su responsabilidad,pero ya no es ni a Danilo, ni a Leonel
ni a nadie a quien pueden atribuir contubernio con su opositor.
La nueva gran frustración
perredeísta es comprobar que ambos: Miguelito e Hipólito no son más que “unos
cascos duros”, que no aprenden y que no vale la pena insistir.
De ahora en adelante será
como dijo en su oportunidad el doctor Jorge Blanco respecto a las aspiraciones
de Majluta: “A la hora de contar, será el llorar”. ..¡Que pena!.