Hay quienes
consideran que los pobres solo comen en las navidades cuando se distribuyen las
migajas que va dejando, como un lastre de muerte, el poder ensordecedor defuncionarios y políticos corruptos.
En cada caja
del gobierno, se alimenta la pobreza material y espiritual.
Las
navidades sirven para poner al desnudo la enorme pobreza, que, como una
montaña, se torna insalvable.
Las 800 mil
cajas del gobierno, más las 200 o 300 mil que distribuyen los depredadores del
Congreso y de otras entidades descentralizadas, muestran la cara desolada de un
millón 500 mil personas que viven por debajo del nivel de pobreza, lo cual es
una vergüenza.
La República
Dominicana tiene más de cinco millones de pobres. Una gran iniquidad, pues
hablamos de un país cuya economía crece todos los años igual o más que la de
países desarrollados, según dice el Banco Central.
El
paternalismo no es sinónimo de humanidad, ni de crecimiento humano. Al
contrario, es una falta de respeto a la condición humana.
Distribuir
un millón 300 mil cajas o fundas con alimentos para que la gente pueda comer
uno o dos días, no disminuye los niveles
de pobreza, los eleva. Lo que esa acción deja en el fondo, es una terrible y
cruel deshumanización. (Gente amontonada, empujándose, maltratándose,
hiriéndose, tratando de obtener una ración de alimento)
Los
políticos envilecen la población, la sumergen en una carga ideológica de
pobreza.
Los pobres
comerán dos veces este año de zafra. En navidades y en las elecciones cuando
esos políticos le roban la esperanza comprándoles su voto para que los elijan de nuevo, como ocurrió el
pasado 20 de mayo.
Durante el
proceso electoral el presidente Leonel Fernández, en un acto sin precedentes,
salió, con el dinero del presupuesto nacional a comprar las elecciones. ¡Y las
compró! Produjo un hoyo financiero que supera los 200 mil millones de pesos que
ese mismo pueblo que vendió su voto y su conciencia, ahora tendrá que pagar con
más pobreza, miseria y muerte.
Este 2012
fue un buen para la distribución de las migajas de los corruptos. Repartieron
limosnas durante los primeros meses del año hasta el día de las elecciones.
Ahoradistribuyen cajas de muerte con
dos o tres libras de arroz “del malo”.
Es el juego
del poder embrutecedor y enajenante que reparte cajas de muerte para que los
pobres coman un día.
<br>