<b>VENTANA:El Ministerio Público no debió “guardar silencio” por espacio de casi
dos años respecto a las acusaciones que hizo Sobeida contra un influyente
político y oficiales militares y policiales.</b>
Sobeida Félix Morel, recluida en una
celda de la cárcel de Najayo desde hace dos años y medio, condenada por lavado de activos, soltó prendas
el 28 de marzo de 2011.No se habrá inventado esas acusaciones con tal de
salirse con las suyas.
Ha sido ahora, casi dos años después,
cuando esetestimonio suyo –divulgado por el diario Hoy en exclusiva y luego
otros medios se hicieron eco- coloca en la cuerda floja al ingeniero Miguel
Vargas Maldonado, así como a oficiales activos y en retiro de la Policía y las
Fuerzas Armadas.
En el acuerdo a
que Sobeida llegó en 2011con la Fiscalía del Distrito Nacional, ella se declaró
culpable de las acusaciones que se le hacían, de ser cómplice y participar en
lavado de activos.Con ello perseguía reducir la condena que se le impusiera en
la justicia.
En la ocasión, la que fuera amante del capo
boricua José David Figueroa Agostodeclaró queVargas Maldonado, presidente del
PRD, ylos ex generales de la Policía Luis Darío de la Cruz Consuegra yJosé Luis Domínguez Castillo, los ex
coronelesJosé Francisco Fernández Rodríguez y Adolfo Sánchez Pérez, el primero
del Ejército y el segundo de la Policíahabíanrecibidosumasconsiderables en
dólaresasícomootrosregalosde parte de Figueroa Agosto.
Desde aquel
preciso instante, el Ministerio Público estaba más que enterado de las
acusaciones que lanzó esa mujer. Pero hasta dondese conocemuy poco se hizo para
emprender la acción investigativa y comprobar la veracidad de lo dicho por
Sobeida.
La Fiscalía del
Distrito es una dependencia del Ministerio Público, y este tiene por jefe
principal al Procurador General de la República, que a su vez tiene por jefe
inmediato al Presidente de la República.
Es inexplicable que
a casi dos años de Sobeidahaber ofrecido aquel testimonio, precisamente al
Ministerio Público, esta instancia oficial no haya asumido el rol que le
corresponde, que es de llamar a todos y cada uno de los que hizo menciónSobeida.
En cuestión de
horas, entiéndase el mismo día o al siguiente de Sobeida ofrecer su testimonio,
debió el Procurador de entonces iniciar las gestiones para que todo aquel que
fuera mencionado de haber recibido dinero del narcotraficante Figueroa Agosto se
le interrogara sobre el particular, sin importar influencias o rangos.
Pero el Ministerio
Público no actuó con la presteza que esperaba la ciudadanía. Y todo indica que
esa instancia estatal estará en la onda de dejar de lado las acusaciones que
los medios de comunicación se han encargado de “desenterrar”, y “refrescarle”
la memoria a los responsables de accionar en ese caso.