<b>Port-au-Prince, 12 de enero de 2013 -.El Presidente de la República de Haití, Michel Joseph Martelly, ha decidido responder a los desafíos ambientales de su país con un plan nacional de reforestación y con una importante planificación territorial para poner fin a las alteraciones observadas en los ecosistemas (repetidas inundaciones, erosión, transporte y acumulación de sedimentos, etc.) que están poniendo constantemente en peligro vidas, bienes e infraestructuras en Haití.</b>
Una estimación parcial de las pérdidas relacionadas con estos acontecimientos naturales durante estos últimos 10 años arroja una cifra de más de 6.000 muertos, un millón de personas sin hogar, 250.000 viviendas destruidas, 281 millones de euros en pérdidas directas en el sector agrícola, la destrucción de infraestructuras, así como inseguridad alimentaria e hídrica.
Para evitar todo ello, tres años después del peor terremoto conocido en la historia reciente, el objetivo general es aumentar el manto vegetal y gestionar de manera integrada los recursos naturales para reducir la vulnerabilidad del medio ambiente y proteger la vida y los bienes de las comunidades.
El Gobierno haitiano creará en 2013 bosques comunales para aumentar de aquí a 2020 la cobertura forestal un 27% y reducir la erosión por escorrentía en las cuencas hidrográficas, y centros de propagación de plantas en los 10 departamentos para lograr una capacidad de producción de 50 millones de plantas/año.
Según los cálculos del Gobierno, la reforestación, la protección de las ciudades a través de estructuras de retención de inundaciones, la gestión del suelo, la conservación del agua y la planificación de la transformación de los barrios pobres permitirá, además, la creación de 30.000 puestos de trabajo.
El territorio de Haití, que recibe un promedio de 3 ciclones de alta intensidad cada año, es principalmente montañoso, con más de la mitad de los terrenos con pendientes. La erosión del suelo se estima en 12.000h por año y los bosques naturales cubren sólo un 2% de la superficie. El resultado es que la capacidad de infiltración del agua de lluvia es cada vez más débil y a la mínima lluvia, familias enteras se ven afectadas y puentes, carreteras y granjas son destruidas.
Para la Administración de Martelly- Lamothe prevenir por tanto estas amenazas es un imperativo moral, de salud y de políticas públicas. "Esto implica cambios drásticos en el modo de administración y el modo de uso de nuestros recursos naturales. A corto y medio plazo, es necesario y urgente reconsiderar los modelos actuales que justifican la explotación de nuestros recursos más allá de su capacidad de regeneración y adoptar un comportamiento eco-responsable en el uso de nuestro suelo, en la creación de nuestras ciudades, en nuestras procesos productivos y en la implementación de nuestras infraestructuras", dijo el Presidente Michel Joseph Martelly.
Desde hace más de cuatro décadas, la acción del gobierno no ha sido capaz de implementar políticas públicas que estén a la altura de los desafíos del medio ambiente en Haití. El Presidente Martelly ha mostrado el camino. Para ello, fiel a su visión de hacer del medio ambiente un pilar de su mandato, ha declarado 2013 el Año del Medio Ambiente.