<b>El todo partido político democrático, donde las decisiones
las toman los organismos, la minoría se acoge a las decisiones de la
mayoría. No a la inversa.</b>
En el Partido Revolucionario Dominicano la minoría, que no
controla los organismos, pretende
expulsar a la mayoría, apoyada por el Tribunal Superior Electoral, entelequia
que manipula el gobierno.
El sector institucional que encabezan Andrés Bautista,
Orlando Jorge Mera, Geanilva Vásquez, Hipólito Mejía, Janet Camilo y César
Sánchez, entre muchos otros, representan alrededor del 80 % de la matricula del
PRD. ¿Cómo es posible que menos del 20 % quieran, apoyados por el gobierno,
expulsar a más del 80 %?
La cuestión es que el PLD está convencido de que, mantener dividido y debilitado al PRD le
garantiza gobernabilidad y permanencia en el poder más allá del 2016, fecha de
las elecciones presidenciales, congresuales y municipales.
Si alguien ha violado los estatutos del PRD, ha sido
precisamente el sector minoritario de Miguel Vargas, que no convoca a los
organismos, que hace pacto con el gobierno sin que la Comisión Política los
conozca, apruebe o desapruebe, que no hizo campaña para que el candidato de su
propio partido no ganara las elecciones, etc., etc.
Hay mil razones legales, éticas y morales, para expulsar, en
un juicio sumario, al grupo de Miguel Vargas. No es posible, sin embargo,
porque el gobierno, a través del TSE, despojó al sector institucional de los
estatutos, para que no tuviera fuerza legal. El TSE, en un acto demencial, se
atribuyó méritos que la ley no le otorga, con el único propósito de favorecer a
Miguel Vargas.
La ley que crea al
TSE ha sido vulnerada por el propio TSE para echar por tierra no sólo el Estado
de Derechos que se supone existe en nuestro país, sino el sistema de partidos.
La Junta Central Electoral establece, mediante
certificación, que la reunión del Comité Ejecutivo Nacional realizada en
Santiago no reunió el quórum reglamentario, lo cual hace nulas todas las
decisiones que se tomaron, de acuerdo con los estatutos del PRD, y de la ley electoral. Pero el TSE no actúa
en consecuencia. Al contrario, sigue en su ilegalidad, sigue de espalda a su
propia razón de ser.
Si no hay leyes, si
no hay instituciones que las hagan valer, los ciudadanos no tienen más
alternativa que la fuerza de su voluntad. El 85 % que representa el PRD
institucional no puede, lo digo otra vez,
depender de las decisiones de un tribunal adocenado que ha entrado en una
ilegalidad que atenta contra la democracia y contra el sistema de partidos del
país. Ese sector mayoritario debe adoptar acciones concretas alejadas de los
tribunales si quiere recuperar por completo al PRD, pues de lo contrario, el
PLD, Danilo hoy, mañana Leonel, estarán en el poder hasta que se mueran.