<b>Es importante definir el neologismo de partidocracia o partitocracia, se define como la burocracia de los partidos políticos. Hay autores como Gustavo Bueno, que consideran que “la partitocracia constituye una deformación sistemática de la democracia.”</b>
La partitocracia, es aquella forma de Estado en que las oligarquías partidistas asumen la soberanía efectiva, según nos explica, Gonzalo Fernández de la Mora, político y ensayista español.
Este fenómeno político provoca que las bases partidarias, privadas de la participación en las tomas de decisiones, pierdan el entusiasmo de participar en la vida política, lo que origina que busquen nuevos espacios, que puede ser en agrupaciones políticas emergentes democráticas, otros pasan a formar parte de los grupos de presión, y algunos pasan a formar parte del pasivo político partidista nacional.
Este último grupo, deja de creer en la participación política para el fortalecimiento de la democracia, y toman diferentes caminos de espalda al sistema político y organizacional del Estado. La patria como emblema supremo de los ciudadanos, pierde la capacidad de cohesionarlo en el intento cívico indispensable para su desarrollo material y espiritual.
Apropósito de la crisis que sacude al Partido Revolucionario Dominicano, que es la más añeja solera dentro de las instituciones políticas de Republica Dominicana, leí unas declaraciones atribuidas al Presidente de la Junta Central Electoral, que la crisis del PRD, no afecta la democracia dominicana. Me parecen desafortunadas, pero no me extrañan porque este Juez presidente es parte del tinglado que busca a cualquier precio la instalación de una dictadura de partido, en la que impere el turnismo, es decir, pasarse el gobierno de un peledeista a otro.
Es importante recordarle al Presidente del alto tribunal comicial, los enunciados en la declaración de La Carta Democrática Interamericana, aprobada el 11 de septiembre del 2001, en una Asamblea especial de la Organización de Estados Americanos, (OEA), realizada en Lima, Perú. Esta proclama como objetivo principal el fortalecimiento y preservación de la institucionalidad democrática, al establecer que la ruptura del orden democrático o su alteración, que afecte gravemente el orden democrático de un Estado, constituye un “Obstáculo Insuperable”… y la existencia de una dictadura de partido, se enmarca dentro de estos postulados de la OEA. Mirad como se altera la paz social en los países donde impera esta perversidad política.
La situación del partido blanco, es compleja y tienden a empeorarse al paso de los días, por los agravios entre las facciones en pugna, mientras que sus bases, simpatizantes y el pueblo en general, reacciona con extrañeza frente a la irracionalidad de los actores “líderes políticos perredeistas de este ciclo histórico, que se inicia con el advenimiento del nuevo siglo”.
En el PRD, impera una dirección política que fue electa de manera democrática, la cual termina a mediado de este año, y debe producirse una convención que renueve o ratifique a sus dirigentes. Sin embargo, el presidente del partido, que cuenta con el apoyo irrestricto del aparato oficial liderado por el PLD, ha expresado que la convención será el año próximo, y que el organizará la convención con un nuevo padrón que va a elaborar, significando de manera tajante, que los excluidos o sancionados, no podrán participar en la misma, por lo que no se vislumbra una solución al conflicto, ya que su actitud se aleja de las esencias democráticas que forman parte de la idiosincrasia perredeista.
Cuando se ponen en la bascula las figuras enfrentadas, encontramos que del lado del ex presidente de la República Dominicana, encontramos el Secretario General, la Secretaria de Organización, el Secretario de Asuntos Electorales, Secretaria del Frente de Mujeres Social Demócratas, y otros dirigentes (as) que son verdaderos iconos con más de 50 años de militancia política ininterrumpida, participando en las diferentes jornadas para el fortalecimiento de la democracia nacional y el sistema de partidos.
Me permito sugerir que los conflictos de las facciones enfrentadas a lo interno del PRD, deben salir del ámbito de los tribunales de la República, porque para nadie es un secreto que no existe en el país una justicia imparcial desde el punto de vista político, porque las llamadas altas cortes, son integradas por jueces peledeistas, por lo que estos como parte interesadas, actuaran dentro del marco que imposibilite una salida consensuada entre las partes, lo que obviamente aleja al PRD del poder, que es la razón de ser de un partido político.