<b>Bagdad, 3 feb (PL) Un ataque combinado hoy de comandos explosivos y hombres armados contra un cuartel policial en la disputada ciudad septentrional de Kirkuk dejó un saldo de decenas de muertos y heridos, según cómputos discordantes.</b>
Una versión oficial refiere que 15 personas perdieron la vida y 70 resultaron heridas, pero otras fuentes en el terreno afirman que el número de muertos llega a 33, sin contar los que puedan fallecer a causa de las lesiones sufridas en la acción, la cual no ha sido reivindicada.
Acorde con testigos, el cuartel de la Policía fue atacado esta mañana por elementos armados que llevaban explosivos fijados al cuerpo, pocos minutos después que un hombre detonó en las cercanías la carga explosiva que portaba, según todos los indicios como una maniobra de distracción.
El propósito era tomar la instalación, pero fueron rechazados, dijo un oficial de la Policía que demandó el anonimato por carecer de autorización para hacer declaraciones.
Kirkuk, junto a Sulaimaniya y Mosul, son objeto de un conflicto territorial entre el gobierno autónomo del Kurdistán, que las califica de provincias kurdas fuera de la autonomía, y las autoridades centrales que movilizaron tropas a la zona y descartan cederlas.
Pero la acción de hoy no parece haber sido obra de las partes en conflicto, sino que por sus características apunta a entidades ligadas a la red Al Qaeda, en particular la denominada Estado Islámico de Irak (EII), que horas atrás instó a los iraquíes sunitas a levantarse en armas contra el gobierno del primer ministro chiíta Nuri al Maliki.
Irak es escenario de varios conflictos paralelos, uno de los cuales se agravó en diciembre pasado cuando los servicios secretos arrestaron a 120 guardaespaldas del ministro de Finanzas sunita Rafah el Essawi, nueve de los cuales fueron acusados de ejecutar atentados contra zonas en las que residen miembros de la mayoritaria comunidad chiíta iraquí.
El comunicado del EII se desató en críticas contra el primer ministro y sus ministros sunitas, a los que calificó de "serviles", condenó al clérigo chiíta Moqtada al Sadr, enemigo también de al Maliki, y aseguró que la solución a la crisis en este país sólo se logrará "con derramamiento de sangre".rc/msl