El despojo abusivo de dos locales
comerciales en la recién inaugurada plaza comercial Agora Mall de parte de la
propia administradora del centro de comercio, luego de una inversión millonaria
en la remodelación y readecuación de éstos, por parte de una pareja de esposos
domínico-rusa, constituye un abuso de poder, como denunciara la empresaria Rita
Ogando Caminero, afectada por la acción ilegal.
Explica que Anatoli Pritoula, su esposo, en su condición de inversionista,
se apersonó junto a sus dos empleados, David Taylor, (dominicano) y Rubén Mota,
(mejicano) a Agora Mall, en donde conversaron con la administradora Silvia
Rosales acerca de los locales para una joyería y un restaurante de comida
mejicana. “Fue la misma Rosales, quien personalmente nos mostró los
locales y juntos eligimos las
localizaciones de los mismos”.
La empresaria dice que “En vista de
que no estaríamos en el país, se apoderó
a Taylor para la firma de los contratos provisionales, que luego serían
traspasados a la compañía Grupo Nopal, en proceso de constitución. “En el
transcurso de apertura y traspaso de los contratos surge una diferencia entre
nosotros como inversionista y nuestros representantes y aprovechando esta
litis, la administradora de Agora Mall procede al cierre de los locales
alquilados, reteniendo de manera ilegítima las mercancías, joyas, equipos,
mobiliario y llaves de los locales legalmente alquilados, cuyo destino es
desconocido por nosotros”.
Dice que una situación similar ocurrió
con el Centro Comercial Sambil con quienes también los empresarios rentaron un
local bajo las mismas condiciones, sin embargo, a diferencia de lo sucedido en
Agora Mall, los administradores de dicho centro comercial si reconocieron los
derechos de usufructo de los señores Pritoula sobre el local, la inversión
hecha por ellos en el mismo y la propiedad de la mercancía que allí guarecía,
por lo que procedieron a entregarlos a su legítimo inquilino, el Grupo Nopal.
La acción de Agora Mall fue realizada
sin sustento legal, bajo el solo alegato de que los contratos de alquiler
habían sido suscritos por el señor Taylor, aunque reconocen que los señores
Pritoula fueron quienes efectuaron el pago del alquiler e hicieron a su solo costo la inversión
realizada en el mobiliario y trabajos de remodelación y adecuación de los
mismos, constituyéndose así en juez de un conflicto particular del que no formaba
parte, en perjuicio de los legítimos propietarios de los derechos, a quienes
por demás, le habían entregado personalmente los locales y con quienes mantenían una
comunicación directa por vía telefónica y correos electrónicos, recibiendo los
pagos de los alquileres.
De esta manera, afirma, temen ahora
que su inversión, ascendente a cerca de un millón de dólares, se esfume y se
pierda la valiosa mercancía que se
encontraba en los locales, ya que Silvia Rosales, administradora del centro
Agora Mall, haciendo un mal uso y abuso de su cargo, ha ignorado olímpicamente sus reclamos.
Ante el despojo de los bienes que se
encontraban en los locales en cuestión y los múltiples daños y perjuicios que
diariamente este proceder de Silvia Rosales y Agora Mall les causa a los
señores Pritoula, éstos decidieron
interponer una acción civil en reconocimiento de sus derechos, e
independientemente una denuncia penal con la finalidad de que se investigue el
destinos de las joyas y equipos que se encontraban en los locales al momento en
que Agora Mall procedió a cerrar
ilegalmente los mismos.
Destaca
que como empresarios tienen inversiones en Dubai, Rusia, y Thailandia, entre
otros países, además de ser inversionistas en el área minera en República Dominicana, sin que hayan sido objeto de
atropellos y abusos similares a los que hoy realiza en su contra Agora Mall, lo
cual sienta un mal precedente y un clima de inseguridad para la inversión de
recursos en República Dominicana de parte de extranjeros y dominicanos
residentes en el exterior.
Martes, 5 de febrero de 2013