<b>La Romana.- En un acto presidido por la vicepresidenta
de la República, Margarita Cedeño de Fernández, y el ministro de Cultura, José
Antonio Rodríguez, se dejaron iniciados, este viernes 8 de febrero del 2013, los
trabajos que transformarán la antigua cárcel de La Romana en una Aldea Cultural. </b>
También, asistieron la Primera Dama, Cándida Montilla de Medina; el
procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito; el ministro de
Deportes, Jaime David Fernández Mirabal; el síndico de La Romana, Juan Antonio
Adames; el gobernador de esta provincia, Juan José Santana; la senadora Amarilis
Santana; y en representación del Ministerio de las Fuerzas Armadas, el mayor
general Gerardo de los Santos Mora.
En su intervención, el ministro Rodríguez habló sobre la importancia que
reviste la construcción de la Aldea Cultural para la proyección y difusión de las
expresiones autóctonas y como fuente de estudio para la población docente que reside en la zona y las comunidades aledañas.
Expresó que es un proyecto estimulado por el presidente de la República,
Danilo Medina, pero que, como tal, no es una obra del Gobierno ni del
Ministerio de Cultura, sino de la gente de La Romana “a quienes llamamos
dolientes”.
“Este es un proyecto para fomentar la cultura, formar a la gente y
difundir el turismo comunitario”, dijo Rodríguez en sus palabras.
Agradeció el interés mostrado por las autoridades presentes en el acto.
Igual agradecimiento tuvo para los representantes civiles y militares de La
Romana, de quienes dijo han manifestado mucho entusiasmo.
El acto comenzó con la entonación del Himno Nacional, en las voces del
Coro de la Escuela Elemental Elila Mena; a continuación, la licenciada Luisa
María Ortiz, directora provincial de Cultura, dio la bienvenida a los invitados.
Posteriormente, los presentes se deleitaron con las letras y
musicalización de las canciones tituladas “Navoriadaca”, a cargo del Coro de la Escuela Elemental
Elila Mena, y “Nuestra Cultura”,
interpretada por los artistas José Tejada y Laura Rivera.
A ritmo de la primera canción, el grupo Mandinga simuló el
derrumbamiento del muro que impedía la visibilidad a los que transitaban por el
área donde operaba la cárcel.
Al concluir la actividad, los
invitados recibieron una muestra simbólica de la antigua Cárcel Santa Rosa de
Lima, como recuerdo de la edificación que en el presente año se convertirá en
un prestigioso espacio cultural de la región.