<b>Los delitos de sangre en la República Dominicana no importan como debieran, la razón es la forma de cómo nuestra cultura formal se relaciona a las estadísticas publicadas; muy lentas, atrasadas y, sobre todo, atrasadas: inútiles para el sistema de justicia.</b>
Los delitos de sangre son los constituidos por los homicidios, que es llamado el delito rey. Debido a la terrible cantidad de hechos de sangre en nuestras ciudades, y los desvaríos con que son oficiosamente registrados cada día, o en intervalos semanales, mensuales, es menester reconocer que el problema de los homicidios se ha ido de la mano, pues estamos frente a un fenómeno de si lo detenemos en el presente alcanzó niveles altísimos.
Tal como lo han planteados estudiosos de la criminología, la raíz fundamental del homicidio es la crueldad que alcanza la violencia en una comunidad. Ciertamente, y debido al deterioro del medio social de nuestros barrios, se desprende de allí una criminalidad violenta muy física, muy estructurada por la avalancha de factores que adversan el desarrollo barrial y sobre todo por las faltas de servicios sociales, todos ellos situados en el nivel más bajo de la escala humana.
Carecemos de estudios sobre esta particular criminalidad; fuera del sistema nada podemos decir ni diagnosticar. Pero, el hecho sangriento no hay que verlo como la muerte del individuo, sino de la familia a causa de terceros; interesados por colaborar con la actual Campaña de Alfabetización, y recomendar que todos los ciudadanos deben integrarse a los planes iniciado por el gobierno, ya que por la vía de la alfabetización podemos diseminar nuestras tradiciones y prevenir todas las formas larvarias de criminalidad.
El analfabetismo ha estado presente siempre en la violencia criminal. Es una causa directa del aumento de los homicidios desde los tiempos remotos. El analfabetismo está determinado por conductas crueles, hechos violentos que son dependientes de la estructura personal arbitraria; la vida social de un colectivo hundido en el analfabetismo, o de miembros analfabetos, no tuvo más solución que seguir la marcha de la delincuencia. La vida humana es más digna a medida que mejora nuestra cultura y civilización. Por lo tanto, Declaramos, que la Alfabetización es un correctivo automático contra los delitos de sangre, y sucesivamente lo es con respecto a los delitos contra la propiedad o aquellos que faltan a la rectitud de los hombres.